Previas en Córdoba. Belgrano. Alberdi. Sus angostas calles aledañas se nublan del humo de asados y los sonidos del cancionero pirata hacen ritmo con los hielos que pegan en el interior de vasos y jarras. Talleres. El puente de la circunvalación. De ahí brotan aromas parrilleros que provocan deseos indomables de quienes pasan en auto por el techo de esa manifestación de amor sin igual. Instituto. Alta Córdoba. Calderón de la Barca y Jujuy. El pasaje. Los pasajes. Las casas. Ser de la Gloria es ser más que un hincha, es una forma de vivir que se acompaña con cuartetazos y bebidas espirituosas. Claro que en este listado pueden agregarse Racing y su mística en Nueva Italia y al resto de los clubes de la ciudad y la provincia, que le meten fervor y magia a cada día de partido.
El asunto de esta nota no es describir lo que se vive cotidianamente en Córdoba, sino mostrar lo que esa rutina del aliento puede llegar ser en otra parte del planeta, con sus particularidades y diferencias. Como acá en Doha, Qatar, donde se dan situaciones inéditas para el futbolero cordobés. Una de ellas es hacer la previa de un partido en un shopping. Algo inimaginable para cordobeses. Pero pasa.
Pasa en el Villaggio, que es un mall impresionante que está a pocas cuadras del estadio Khalifa, en el que Japón metió el bombazo de ganarle a Alemania. Quienes asisten al escenario pueden dejar el auto en la playa de estacionamiento del shopping. Y se van caminando hacia ese canchón. Y, como a unos metros está el Villaggio, se meten. Y cantan. Y se sacan fotos. Y comen en el patio de comidas. Y hasta se prenden a patear pelotas. Obvio que es Mundial y todo está más confraternizado de lo habitual.
Otros fans se dan el gusto de darse una vuelta en las góndolas de Venecia que tiene el lugar. No es el único chiche que tiene el mal, también cuenta con una pista de patinaje sobre hielo. O sea, fútbol y actividades maravillosas.
Ese clima insólitamente feliz tiene varios centros de reunión en Doha. El otro es el sitio en el que se encuentra el reloj del Mundial. Se ubica en la bahía de Corniche y permite una vista única del “skyline” de la ciudad. En esa plaza del reloj están las banderas de todos los seleccionados clasificados a la Copa del Mundo. Y es un espacio que se nutre de concurrencia masiva a toda hora del día.
Desde esa plaza del reloj también es posible hacer una vuelta en barco por la bahía.
En el recorrido de La Voz vimos a hinchas de Ecuador por el lugar. Copando todo. Y desplegando una bandera con la cara de Piero Hincapié, el exdefensor de Talleres, que fue titular en el debut con triunfo sobre Qatar.
También hay maestros para hacer “jueguitos” y diferentes cracks del planeta que muestran sus encantos para ser el centro de los videos y las fotos de turistas.
Claro que los argentinos siempre están. La remera más usada en Qatar es la de Argentina. Si no la usa un argentino la usa un indio o un pakistaní o cualquiera de los miles de inmigrantes que habitan Qatar, el país que vive escenas futboleras que nunca imaginó ver.