Estudiantes de Río Cuarto quedó a un paso de hacer realidad el sueño que persigue desde hace años: el ascenso a la Liga Profesional. El 2-0 conseguido en el Antonio Candini frente a Deportivo Madryn dejó al León con un margen amplio para la revancha del domingo en el sur del país, aún con horario a confirmar.
Le alcanza con ganar, empatar o incluso perder por un gol para coronarse. Si cae por dos tantos habrá alargue y, si la diferencia es mayor, se quedará sin premio. El escenario es favorable, pero en el plantel nadie se adelanta.
Iván Delfino, conductor de un equipo que transita su momento más importante, eligió la cautela. Destacó que Estudiantes logró neutralizar las virtudes del rival, especialmente en el juego aéreo y en las segundas pelotas que busca Luis “el Tanque” Silba. Remarcó que sus dirigidos sostuvieron la concentración y que esa solidez será determinante en la definición.
El entrenador también valoró la entrega de nombres clave como Alejandro “Colo” Cabrera, a quien consideró indispensable por su despliegue físico, y explicó que Martín Garnerone terminó acalambrado por la exigencia del duelo. Ahora, afirmó, el descanso será parte esencial de la preparación para el cierre de la serie.
Delfino evitó hablar de ascenso consumado. Recordó que la instancia se alcanza por méritos propios y que nada está garantizado hasta el último minuto. Sostuvo que lo que ocurra dependerá, sobre todo, de la respuesta futbolística del León y no tanto de las virtudes o defectos del rival.
En Río Cuarto, el festejo fue medido: bocinazos, banderas y la sensación compartida de que el objetivo nunca estuvo tan cerca.
Sin embargo, en el club reina la idea de que aún queda el tramo más empinado del recorrido. Estudiantes sabe que los grandes desafíos suelen resolverse lejos de casa y busca que ese paso final lo instale, después de mucho tiempo, en la elite del fútbol argentino.
La ciudad mira el calendario con ansiedad. El plantel, en cambio, mira el partido con los pies en la tierra. “No es sencillo, pero vamos a trabajar para llegar a la gloria”, sintetizó Delfino. Falta un capítulo, el más difícil. Pero Estudiantes está donde siempre quiso estar: a 90 minutos de la historia.
