Estudiantes de Río Cuarto transita días decisivos en la preparación para afrontar un desafío histórico: su competición en la Liga Profesional, la máxima categoría del fútbol argentino, después de cuatro décadas sin codearse con los grandes.
El club trabaja con mesura, tal como fue su sello en la Primera Nacional, pero con la convicción de que este nuevo escenario exige un plantel competitivo y equilibrado.
En ese camino, el León está cerca de cerrar a sus dos primeros refuerzos, ambos viejos conocidos de la institución.
Uno de los más avanzados es el regreso de Lucas Suárez, lateral izquierdo con recorrido en Quilmes, Defensa y Justicia, Estudiantes, Talleres, Mamelodi Sundowns de Sudáfrica y Liverpool de Uruguay. Suárez, además, puede desempeñarse como marcador central, un plus valioso en un torneo más exigente.
El otro nombre apuntado es Nahuel Cainelli, lateral derecho que viene de jugar en San Martín de Tucumán y que también dejó una buena imagen en su etapa anterior en Río Cuarto. Dos incorporaciones que apuntan a reforzar los laterales, zonas claves para un equipo que buscará sostener intensidad y orden táctico en su salto a Primera.
En materia de continuidad, avanzan las renovaciones de Gonzalo Maffini, Sergio Ojeda, Juan Antonini y Matías Ruiz Díaz, mientras que Alejandro Cabrera, Tomás González y Álvaro Cuello también están cerca de acordar su futuro. Un escalón más atrás, pero igualmente en negociación, aparecen Martín Garnerone y Mauro Valiente. En tanto, la situación de Lucas Angelini depende de conseguir un nuevo préstamo.
El club busca además entre tres y cuatro volantes, y uno de los nombres en carpeta es Ibrahim Hesar, otro futbolista que conoce la casa y que podría aportar dinamismo. Para el ataque, el paraguayo Javier Ferreira está próximo a firmar, mientras que el delantero Lucas “Topo” González también asoma con posibilidades concretas. Y un apellido que genera ilusión es el de Bruno Sepúlveda, recordado por su gran paso en el León.
En Estudiantes se repite una frase: paciencia. El club no hará locuras, como tampoco las hizo antes. Pero sabe que la historia que comienza es la más difícil… y también la más linda. El León ya está en marcha y no quiere fallar.
