El debut de Boca Juniors en el Mundial de Clubes dejó un sabor agridulce que va mucho más allá del empate 2 a 2 ante Benfica en el Grupo C1. La paridad en el marcador quedó opacada por una noticia que generó un verdadero dolor de cabeza para el Xeneize: las expulsiones de dos pilares del equipo, el mediocampista Ander Herrera y el defensor Nicolás Figal.
La Fifa no tardó en oficializar la magnitud de la sanción, confirmando que ambos jugadores del conjunto de La Ribera estarán ausentes por un preocupante lapso de cuatro fechas cada uno.
La expulsión de Ander Herrera se produjo en circunstancias particulares y que generaron gran controversia. El volante recibió la tarjeta roja tras una acalorada protesta al árbitro César Ramos. Dicha protesta surgió luego de que Herrera fuera reemplazado por una lesión y, ya fuera del campo de juego, intentara revisar en el sistema de videoarbitraje (VAR) la imagen de un penal cometido por Carlos Palacios sobre Nicolás Otamendi.
La vehemencia de su reclamo, a pesar de no estar en el campo, fue interpretada como una infracción grave que le valió la máxima pena disciplinaria.
Por su parte, la salida de Nicolás Figal fue resultado de una acción de juego de alta intensidad. El zaguero fue expulsado por una fuerte plancha sobre el jugador Florentino Luis en los minutos finales del encuentro.
La acción, catalogada como peligrosa, dejó a Boca con nueve hombres en cancha en el epílogo de un partido ya de por sí tenso y decisivo.
La indignación en el club de La Ribera escaló considerablemente al conocerse la sanción impuesta a un rival directo. El delantero italiano Andrea Belotti, del Benfica, quien también había sido expulsado en su partido por una infracción peligrosa con la pierna en alto contra Ayrton Costa, solo recibió dos fechas de sanción. Esta marcada diferencia en la aplicación del reglamento disciplinario ha provocado un profundo malestar en Boca, que percibe un criterio desigual por parte de las autoridades arbitrales y disciplinarias.
Las implicaciones de estas severas sanciones son inmediatas y profundas para Boca Juniors. La ausencia de Herrera y Figal por cuatro partidos implica que, en el mejor de los escenarios, ambos jugadores podrían regresar recién en una hipotética semifinal del Mundial de Clubes.
El próximo compromiso de Boca se perfila como un desafío monumental. Este viernes, a las 22 horas, el equipo se medirá contra el imponente Bayern Munich. El gigante alemán llega a este encuentro con un antecedente arrollador: una goleada de 10-0 sobre Auckland City en su debut, demostrando una contundencia ofensiva abrumadora.