Los reiterados pedidos de salida, el sí inicial a Cruzeiro y la posterior declinación de su oferta, el único acuerdo con el jugador antes de la irrupción de Foster Gillett y el plazo vencido a finales de enero. A esto se sumó la “tolerancia” del club para que viajara, realizara la revisión médica y se entrenara en Italia sin una autorización formal. Finalmente, el plazo definitivo para su regreso.
Estos puntos, algunos oscuros y otros hasta ahora desconocidos, fueron esclarecidos este lunes por Vélez en un comunicado oficial sobre la situación de Valentín Gómez. Con esta versión de los hechos, el club abrió un nuevo panorama de análisis: ¿descartan la llegada de más ofertas por el defensor, considerado una pieza clave del Fortín campeón de la Liga Profesional? ¿Terminará finalmente jugando en el equipo de Sebastián Domínguez?
Del extenso comunicado pueden extraerse algunas respuestas. Desde Liniers aseguran que jamás hubo un acuerdo con Gillett, sino que toda negociación se realizó exclusivamente con el jugador, y que los documentos firmados fueron únicamente con él. Sin embargo, reconocen que eran conscientes de que el dinero para que Gómez ejecutara su cláusula provendría del empresario. El club recién tomó contacto con Gillett cuando los plazos comenzaron a dilatarse a pedido del zaguero, en un intento por destrabar la situación.
En otro pasaje controvertido del texto, Vélez afirma que permitió de manera informal, por “tolerancia”, que Gómez viajara a Italia, realizara la revisión médica y se entrenara en las instalaciones de Udinese. Sin embargo, dejan en claro que nunca hubo una autorización expresa, ya que la operación no estaba cerrada hasta que se efectuara el pago.
Por último, el comunicado desliza una indirecta sobre la relación del jugador con la institución, enfatizando que no sería justificable un nuevo desplante, como el de negarse a vestir nuevamente la camiseta del Fortín: “Vélez espera (...) su máximo compromiso con la institución, donde es un referente surgido de nuestras inferiores y co-capitán del equipo campeón”.
El pronunciamiento del club llega en un contexto de crisis económica que se ha agravado por este conflicto y que, según trascendidos, habría generado tensiones entre el presidente Fabián Berlanga y el vicepresidente Augusto Costa. Incluso, algunos aventuran la posibilidad de que este último presente su renuncia.
Los pases frustrados de Valentín Gómez
El comunicado también repasa las negociaciones fallidas en torno al talentoso defensor. En el último mercado de invierno, el City Group—por medio del Palermo italiano—había acordado su compra por 10 millones de euros, con la intención de cederlo a River. Sin embargo, la operación se frustró tras detectarse un problema asintomático en la rodilla del jugador durante la revisión médica. Esto derivó en la retirada del inversor y en la negativa de Vélez a aceptar una rebaja en el precio, truncando cualquier posibilidad de acuerdo.
Otra negociación que no llegó a buen puerto fue con Cruzeiro. Las condiciones de pago ofrecidas por el club brasileño no convencieron a la dirigencia de Vélez, que ahora asegura haber aceptado la última oferta antes de que los brasileños abandonaran las conversaciones. Desde Cruzeiro, en su momento, acusaron al Fortín de modificar los términos del acuerdo, lo que llevó a la ruptura de las negociaciones.
Así, todas las expectativas quedaron depositadas en la propuesta de Gillett, un empresario con antecedentes recientes en el fútbol argentino, como la controvertida rescisión de Cristian Medina en Boca para llevarlo a Estudiantes. También había gestionado la salida de Cristian Villagra de River, otra operación que terminó en un escándalo.
La versión de Tofoni, representante de Gillett en Argentina
En este contexto, Guillermo Tofoni, apoderado de Foster Gillett en el país, salió al cruce de las declaraciones de Vélez y acusó al club de no aceptar la documentación presentada como garantía de pago.
“Se firmó un contrato con el jugador ante escribanía. Foster presentó 10 millones y avales por 50 millones de dólares que finalmente Vélez no aceptó”, afirmó Tofoni.
En diálogo con Beo Sport, el representante defendió la postura del empresario: “Como la transferencia no llegó ni en tiempo ni en forma, Vélez prefirió no hacer la venta, por lo cual Foster tampoco le debe nada a Vélez, porque no aceptó las garantías que le ofreció”.
El caso sigue abierto y promete nuevos capítulos en una historia donde cada parte sostiene su versión y el futuro de Valentín Gómez sigue siendo una incógnita.