El entrenador de Palmeiras, Abel Ferreira, se mostró profundamente emocionado tras la histórica remontada de su equipo, que venció 4-0 a Liga de Quito y se metió en la final de la Copa Libertadores. En conferencia de prensa, el técnico portugués destacó la fortaleza mental de sus jugadores y aseguró que “noventa minutos en el Allianz Parque son mucho tiempo”.
Ferreira, de 46 años, recordó que tras caer 3-0 en Ecuador se propuso motivar a su plantel para que creyera en la posibilidad de revertir el marcador.
“Me pregunté: ‘¿Cómo puedo generar algo real para movilizar a estas tropas?’ Pero tenía que ser algo empírico, verdadero. Este equipo ya hizo cuatro goles en quince minutos antes. No estaba hablando de algo imposible”, explicó el DT.
Con lágrimas en los ojos y justo en el día en que cumplió cinco años al mando del club, Ferreira reconoció que todavía le cuesta disfrutar las victorias.
“Siento que siempre tengo que demostrar que merezco el lugar donde estoy”, confesó con la voz entrecortada.
Mensaje a la hinchada y elogio para sus jugadores
El entrenador aprovechó la conferencia para dirigirse a los hinchas, algunos de los cuales lo habían criticado duramente en las últimas semanas.
“No puedo decir que no estuve muy triste por lo que decía una parte de la hinchada. Me dolió mucho, no me lo esperaba”, expresó.
Ferreira también destacó el trabajo del joven Allan, mediocampista surgido de las inferiores, quien fue clave en la jugada del penal que cerró la goleada con un tanto de Raphael Veiga.
La conferencia tuvo un momento especial cuando Leila Pereira, presidenta del club, irrumpió para felicitar al técnico.
“Me dijo ‘Leila, hoy será una noche mágica, histórica’. Ese hombre sabe lo que hace. Es el mayor técnico en la historia del Palmeiras”, declaró emocionada la dirigente.
Con goles de Ramón Sosa, Bruno Fuchs y Raphael Veiga (por duplicado), el Verdão dio vuelta la serie y avanzó a una nueva final de Libertadores. El título continental se definirá entre Flamengo y Palmeiras el próximo 29 de noviembre en el estadio Monumental de Lima, repitiendo la final brasileña que ya se había dado en 2021.

























