Con la selección argentina virtualmente clasificada para el Mundial tripartito de 2026 (asegurará su pasaje en la próxima ventana de eliminatorias de marzo ante Uruguay en Montevideo y Brasil en el estadio Monumental), el gran foco futbolístico de este 2025 será el Mundial de Clubes que jugarán Boca y River y que se disputará en los Estados Unidos entre el 15 de junio y el 13 de julio.
Pero hay vida para el resto de los equipos más allá de los dos gigantes de nuestro fútbol. Y mucha competencia. Porque habrá además, otros nueve títulos para conquistar: seis locales (la Supercopa Argentina, la Supercopa Internacional, los torneos Apertura y Clausura, la Copa Argentina y el Trofeo de Campeones) y tres internacionales: la Supercopa Sudamericana, la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana. Talleres ejercerá de nuevo la representación internacional del fútbol cordobés: jugará la Supercopa Internacional ante River, el 5 de febrero en Asunción del Paraguay e irá a la Libertadores por tercera vez en los últimos cuatro años y por segundo año consecutivo a partir de la fase de grupos.
La “T” quiere volver a superar esta instancia y avanzar lo más posible en la Libertadores sin resignar protagonismo en el plano local luego del último subcampeonato. Belgrano e Instituto arrancarán desde atrás y pondrán el acento en los torneos domésticos con el propósito de llegar a fin de año a alguna de las copas continentales de 2026.
Con 30 equipos en la máxima categoría (un número inmanejable que impidió jugar el tradicional campeonato de liga todos contra todos por falta de fechas), el primer torneo del año dará comienzo el fin de semana del 26 de este mes. En esa jornada inicial y en días todavía a confirmar, Belgrano recibirá a Huracán, Instituto se local de Gimnasia La Plata y Talleres visitará a San Lorenzo.
Las reglas, por ahora
El formato de los dos torneos será idéntico al de la Copa de la Liga por la necesidad de abreviar su disputa: habrá dos zonas de 15 equipos cada una que jugarán 14 partidos más un clásico interzonal (Belgrano y Talleres irá el 30 de marzo por la 11º jornada) y otro interzonal adicional (no clásico) por sorteo.
Los ocho primeros de cada zona pasarán a octavos de final a partido único en el estadio del mejor clasificado y luego habrá cruces de cuartos y semifinal, siempre con la localía del mejor colocado en la fase de liga.
La final tendrá lugar en cancha neutral el domingo 1º de junio y luego del Mundial de Clubes, el 13 de julio, arrancará el Torneo Clausura con el mismo formato pero con inversión de la condición de local en el primer tramo. La final de la última competencia del año está previsto para el 14 de diciembre.
Por el momento, retornarán los descensos y habría apenas dos, uno por promedios y otro por la tabla anual, para los que se contabilizarán sólo los 32 partidos de la fase regular de ambos torneos. Pero nadie descarta que, con cualquier pretexto, se los vuelva a eliminar a mitad de camino como viene sucediendo desde la llegada de Claudio “Chiqui” Tapia a la presidencia de la AFA en 2017. Como nadie quiere descender, lo mejor es que no descienda nadie parece ser el lema de la gestión.
También podría haber cambios en la clasificación a las copas internacionales. Según reconoció la propia AFA, se evalúa pasar de la tabla anual a un ranking para cubrir tres de las seis plazas argentinas a la Copa Libertadores y las seis para la Copa Sudamericana. Ese ranking abarcaría todas las competencias oficiales desde el inicio de la Liga Profesional de Fútbol en 2020, teniendo en consideración los certámenes tanto nacionales como internacionales.
La idea sería facilitar la llegada a las copas continentales de los equipos más convocantes en detrimento de algunos que no lo son tanto. Y evitarle a un club del tamaño de Boca, el mal trago de pasar por el repechaje de la Copa Libertadores que deberá empezar a jugar el 18 y el 25 de febrero ante el ganador del cruce de primera fase entre Nacional de Paraguay y Alianza Lima de Perú.
Si Boca pasara las dos etapas, a la hora de sorteo de la fase de grupos caerá en el bombo 4 junto con los equipos más débiles y la posibilidad de enfrentar a algunos de los rivales más fuertes.
Estudiantes llama la atención
Mientras River agita el mercado con los retornos asegurados de Enzo Pérez y Lucas Martínez Quarta y los muy probables de Gonzalo Montiel y Sebastián Driussi más las llegadas del chileno Gonzalo Tapia, el paraguayo Matías Rojas y Giuliano Galoppo y Boca se mueve en silencio con el chileno Carlos Palacios como único refuerzo confirmado, todas las miradas del fútbol y su política recaen en Estudiantes de La Plata.
La activación de la cláusula de rescisión que tenía Boca con Cristian Medina por 15 millones de dólares (ahora puesta en duda por el origen de la cuenta desde la cual se concretó el pago) y la contratación de Lucas Alario desde Internacional de Porto Alegre son el primer paso del acuerdo que el club que preside Juan Sebastián Verón y el empresario estadounidense Foster Gillett esperan poder firmar no más allá de los primeros días de marzo.
Como anticipo de ese acuerdo, que debería ser refrendado por los socios “pincharratas” y no termina de cerrarse en el pleno de la comisión directiva, Gillett adelantó dinero para potenciar el plantel profesional de cara a la próxima Copa Libertadores. La idea de Verón sería traer entre siete y ocho figuras del exterior y armar un “dream team” para intentar ganar la Copa por quinta vez en la historia del club.
Verón jura que Estudiantes como institución no se transformará en una sociedad anónima deportiva, pero que el fútbol profesional será el activo principal de una sociedad en la que Gillett tendrá participación mayoritaria y aportará 150 millones de dólares en un lapso de 30 años para techar el estadio Uno, hacer obras de infraestructura en el country de City Bell, en las afueras de La Plata y construir tres centros de captación de jugadores juveniles en el sur del Gran Buenos Aires.
Como se sabe, AFA, con su presidente “Chiqui” Tapia” a la cabeza, se ha fortalecido en su oposición a la conversión de los clubes en sociedades anónimas deportivas que viene impulsando el gobierno de Javier Milei. Pero no parece tan refractaria al ingreso de inversores privados al manejo del fútbol. El temor es que Estudiantes se convierta en una cabecera de playa para un cambio de sistema y que ante la posibilidad de rápidos éxitos deportivos, varios clubes presionen para modificar su formato institucional y poder competir de mejor manera.
Por eso, todo lo que Estudiantes haga y deje de hacer en este tiempo será vital para saber hacia dónde apunta el fútbol argentino a pocos días del comienzo de otra nueva e intensa temporada.
Un mercado de pases calmo con un River muy activo
Los equipos cordobeses recorren con prudencia un mercado de pases que todavía está desperezándose.
Talleres por ahora sólo sumó el retorno de Nahuel Bustos y parece que definirá primero las bajas antes de encarar las contrataciones para el primer semestre de 2025. Belgrano espera que llegue el transfer desde Arabia Saudita para poder vestir de celeste a su gran novedad, el “Chino” Lucas Zelarayán, quien retorna al club luego de un largo viaje previo por México y los Estados Unidos. Sumó al lateral derecho Elías López y al volante Julián Mavilla, que ya se entrenan con el plantel que ahora dirige Walter Erviti y al que dejaron de pertenecer Alejandro Rébola, Rafael Delgado y Pablo Chavarría (no se les renovó el contrato) y Esteban Rolón (caducó su préstamo y retornó a Boca).
En tanto que Instituto, que también estrena técnico con la llegada de Pedro Troglio, trajo al medio centro Francis Mac Allister, al mediocampista ofensivo Matías Gallardo (segundo hijo de Marcelo, el entrenador de River) y al zaguero central Nicolás Zalazar y se desprendió de los defensores Jonathan Bay y Víctor Cabrera, el mediocampista Matías Romero y los atacantes Ignacio Russo y Brahian Cuello.
Con cinco incorporaciones seguras (Enzo Pérez, Martínez Quarta -llegó ayer al país y se hizo la revisión médica-), Galoppo el chileno Tapia y el paraguayo Rojas) y dos o tres más al caer, River se mostró muy activo en el refuerzo de su plantel para la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes.
Pero no tanto como Deportivo Riestra, que con una agenda sólo local, ya trajo ocho jugadores nuevos.
Con el mismo calendario que River, Boca se mueve mucho más pausado, como si su presidente Juan Román Riquelme no quisiera que se le vean las cartas de su juego. El técnico Fernando Gago pasó una lista cargada de nombres y características. Pero Román le trajo apenas al chileno Carlos Palacios reiterando que los jugadores que llegan a Boca son los que le gustan a su presidente y no los que piden los entrenadores. El exdelantero de Independiente Alan Velasco está en esa nómina y esta semana se lo tratará de cerrar.
Y a propósito del Rojo de Avellaneda, ya se aseguró al volante chileno Pablo Galdames, al delantero Luciano Cabral y al zaguero central Nicolás Freire que podrá jugar recién en marzo porque llegó lesionado. Lo más importante fue haber podido hacer uso de la opción por Kevin Lomónaco por quien debió apurarse a pagar 3 millones de dólares ante la posibilidad de que River se lo birle.
Campeones, con bajas
Los dos últimos campeones del fútbol argentino, Racing y Vélez, parecen estar debilitándose.
La Academia no pudo retener al goleador colombiano Roger Martínez y parece que tampoco podrá hacerlo con su compatriota “Juanfer” Quintero, con el lateral Gastón Martirena (tiene ofertas de Rusia) ni con el central Nicolás Di Césare (lo miran desde Italia). Encima, su máximo artillero, Adrián “Maravilla” Martínez, eligió la mesa de Mirtha Legrand para hacerle saber al nuevo presidente Diego Milito que no está satisfecho con lo que le vienen pagando y que si no le mejoran los números dejará el club.
Vélez perdió a su técnico Gustavo Quinteros que dirigirá al Gremio de Porto Alegre y a su conductor Claudio Aquino y está a punto de vender a Cruzeiro a Valentín Gómez en 9 millones de dólares que deberá emplear para potenciar el plantel que jugará la Libertadores ahora conducido por Sebastián Domínguez.
Domínguez (se fue de Tigre) estrenará equipo cuando la actividad oficial retorne en el último fin de semana de este mes. Además de Erviti y Troglio, los otros son Nicolás Diez (Argentinos Juniors), Ariel Broggi (Banfield), Mauricio Pellegrino (Lanús) y Diego Dabove (Tigre).
Así, el mercado, con River protagonista, acelera lento pero sostenido.