El Torneo Apertura 2025 había arrancado muy bien para Instituto hasta que pisó Vicente López. Allí, ante Platense en la cuarta fecha, no sólo perdió un partido 1-0 sin jugar bien. Sino que, además, “perdió” a su goleador para el resto del campeonato.
El delantero Facundo Suárez cayó mal sobre su rodilla derecha en un salto y la peor presunción se volvió realidad: se rompió los ligamentos.
Tanto el DT Pedro Troglio, como el mánager Federico Bessone y el presidente Juan Manuel Cavagliatto recibieron una pésima noticia, por la baja de un jugador que fue una gran apuesta del club para 2025.
Pero no se quedaron inmóviles y activaron rápidamente la posibilidad de sumar un reemplazo que otorga AFA en estos casos de graves lesiones.
Y casi de manera inmediata, Instituto pudo encontrar un delantero de área de similares características a Suárez en un mercado que ya estaba cerrado.
Tras un largo análisis y ver distintos nombres, Nicolás Cordero fue el apuntado porque llenaba todos los casilleros.
Era joven (25 años), traía muy buenas referencias y se encontraba a la espera de una chance así. Quería jugar, ser titular.
En apenas horas, Cordero rescindió el préstamo desde Huracán que lo unía con Argentinos, armó su bolso y viajó para Córdoba.
Tras llegar el sábado y tener un par de entrenamientos con sus nuevos compañeros, saltó a la cancha para ser titular ante San Lorenzo de Almagro, en la derrota 1-0.
El jugador, nacido en Buenos Aires el 11 de abril de 1999, llegó con el objetivo de sumar minutos, experiencia y, sobre todo, contribuir con goles al equipo. Es la gran necesidad.
Cordero se describe a sí mismo como un “nueve de área”, un delantero de referencia que se siente cómodo luchando y presionando a los centrales rivales.
Sus características, sumadas a su disposición para adaptarse a las necesidades del equipo, lo convierten en una pieza valiosa para el esquema táctico del entrenador Troglio que le dio la titularidad apenas llegó.
En sus primeras declaraciones como jugador de Instituto, Cordero expresó su entusiasmo y las buenas referencias que recibió del club, especialmente de su ex compañero Santiago Rodríguez, ex Instituto actualmente en Argentinos.
“Me llamaron y no lo dudé, porque me hablaron muy bien del club y tenía muchas ganas de venir, así que agarré mis cosas, me vine para acá en cuanto pude”, aclaró.
Además, destacó la rápida adaptación que experimentó tras su llegada: “Estoy muy contento. Me encontré con un club muy lindo... Santi Rodríguez me habló muy bien del club y otra gente también que me habló muy bien, así que la verdad que vine feliz, contento de esta nueva oportunidad”.
El debut de Cordero fue casi inmediato, enfrentando a San Lorenzo. A pesar del poco tiempo de adaptación, el delantero se mostró comprometido y con ganas de revertir el resultado: “La verdad que nos vamos con un sabor amargo porque creemos que hicimos las cosas bien, dentro de lo que fue el partido... creo que merecimos un poco más que San Lorenzo”.
Todo indica que “Nico” seguirá en el 11 titular este sábado para visitar a Independiente, en Avellaneda, por la séptima fecha (desde las 18).
Una carrera para volver a ser
Cordero tuvo un inicio auspicioso de su carrera en Huracán, club donde se formó como jugador.
Desde las inferiores del Globo supo ser citado a selecciones juveniles.
Pero, luego de un inicio interesante en el club de Parque Patricios, lo que siguió no fue igual.
No pudo tener el nivel que él esperaba en Unión y Querétaro de México, por distintas circunstancias.
“En el 2024 cuando me fui a México, en un trimestre la pasé mal porque estuve enfermo. Me agarró un parásito en la panza que me dejó mal. Estuve tres, cuatro meses vomitando y eso me perjudicó”, recordó.
Antes de llegar a Instituto, recaló en Argentinos aunque con poca continuidad. “En Argentinos éramos muchos delanteros, quizás no estaba teniendo la continuidad que que quería”, recordó.

Objetivos claros
Cordero tiene claro lo que busca en Instituto: “Cumplir los objetivos que tiene el grupo, que es clasificar a una Copa. La verdad que lo creemos muy importante y esperemos lograrlo”.
Su mentalidad ganadora y su deseo de aportar al equipo son cualidades que ilusionan a la hinchada de la Gloria con que finalmente este “9” pueda traer los goles que el Albirrojo y Troglio necesitan en 2025.