El cierre del ciclo de Marcos Díaz en Colón no pasó inadvertido. El histórico arquero ex-Talleres, que regresó al club con la ilusión de vivir un último gran año en su casa futbolística, terminó marchándose en medio de tensiones, silencios, diferencias internas y una ruptura que él mismo definió como dolorosa y evitable. Sus declaraciones posterior a la rescisión revelaron un trasfondo que el hincha desconocía y que ahora expone la profundidad del conflicto.
En una extensa entrevista concedida a La Central Deportiva de Cadena 3 Santa Fe, Díaz repasó punto por punto lo sucedido, apuntó a dirigentes, al cuerpo técnico y al propio plantel, y describió una relación que se fue desgastando hasta quebrarse sin posibilidad de retorno.
Sobre su año en Colón no dudó en admitir el golpe emocional que vivió: “No es el año que hubiera querido tener por todo, por mí, por el club que me vio nacer, porque la expectativa y la ilusión era otra y hubiera querido que la realidad sea otra”. Y ahí empezó a revelar el trasfondo de su conflicto con la dirigencia: “Me sorprendió haberme quedado afuera con tanto tiempo de antelación, de parte de la dirigencia, nunca pensé que me podía llegar a pasar y más no dándome una explicación”.
En ese contexto, también apuntó directamente al técnico: “Después lo que pasó con el DT, no pude tener una charla con la dirigencia para que me den una explicación”. Díaz relató su desencuentro con Minella: “A mí me separó Minella, por lo que había pasado en el partido que no viajé a Chaco, donde también me sorprendió porque lo habíamos hablado y había quedado todo claro, nos habíamos pedido disculpas mutuamente y había quedado todo claro”, y continuó diciendo: “Después argumentó una falta de respeto que se la expliqué cuando me dio la noticia, que no era como él pensaba, yo nunca le falté el respeto ni a él ni a mis compañeros”.
Luego llegó una de sus frases más fuertes: “Me sorprendió que Minella mienta de la manera que lo hizo”. Según Díaz, su ausencia en el viaje se debió a razones personales: “No me gustó la manera que se manejó, yo venía con un golpe esa semana por lo que había pasado, se lo expliqué a la dirigencia y a mis compañeros, necesitaba descansar mentalmente, por eso pedí no viajar, pero nunca faltándole el respeto a nadie, por eso estoy tranquilo”.
El arquero contó que habló con varios referentes antes del viaje: “Yo hablé con mis compañeros antes del viaje y ellos lo entendieron, ellos lo aprovecharon para tomar la decisión que tomaron”.
Sin embargo, también apuntó duramente contra el propio plantel: “Me soltaron la mano, después de lo que pasó no hubo más charlas, íbamos a tener una reunión que nunca se hizo, de parte de ellos, yo siempre estuve a disposición y esperaba esa reunión que finalmente no se dio, me sorprendió y me dolió, no era el momento de hacer eso por cómo venía el grupo”.
Apartado
Díaz también afirmó que quiso seguir acompañando: “Yo a Medrán le dije que iba a estar para lo que sea, no necesariamente jugar, yo quería estar en el grupo, porque era parte, responsable de la situación y tenía que estar ahí, nunca nadie me dio ninguna explicación”. Y agregó otra crítica profunda: “El grupo tampoco hizo nada por mí, también me sorprendió, yo estoy tranquilo porque soy frontal, desde el plantel no hubo vuelta, me hubiese gustado que si había algo que me lo digan”.
Su sensación de aislamiento se profundizó: “Pensé que íbamos a estar todos en la misma sintonía cuando llegó Medrán, se ve que fui muy mala persona y no me di cuenta”, dijo con un claro tono irónico. Y continuó: “La cara la di siempre, nadie me puede reprochar eso, me duele que se hayan portado mal conmigo, tenían que levantar el teléfono y no el técnico diciéndome que era decisión de la dirigencia”.
Sobre su accionar, insistió: “Yo pensé que me manejé bien, siempre me manejé de la misma manera, hablé y siempre fui de tirar para el mismo lado, tratando de tirar para adelante, jamás hablé mal de un compañero, yo sentía que tenía que estar con el grupo”. Y confesó cómo lo afectó lo que vivió: “Yo sentía que era el mal del grupo, y la situación siguió igual, hablé con Medrán e intenté volver al grupo, yo quería volver a estar con el plantel”. Más adelante agregó: “Se me puso en una situación que nada que ver”.
Incluso relató charlas personales: “Con el Pulga lo conocía de haberlo enfrentado, tuve una charla con él, traté de que esté todo claro, pero nunca pasó de que pueda volver”. Y sumó un ejemplo más: “Pensé que con Gigliotti había buena relación, pero después de pasado todo esto veo que no, como lo digo con él lo digo también con todo el plantel, parece que yo era la naranja podrida, se me dio a entender eso, no tuve ningún respaldo”.
El dolor por lo que le toco vivir
Díaz explicó que jamás vivió algo así: “Nunca me había pasado algo así y nunca tuve problemas con nadie, esto también me ayuda a saber cómo afrontar de acá en más ciertas situaciones”. Y cuestionó el rumbo colectivo del equipo: “Todos los días me pregunto qué le pasó a Colón este año, habíamos arrancado bien con una idea y una expectativa muy grande, no sé qué pasó que se fue perdiendo todo”.
También criticó la falta de gestos: “Nunca recibí un mensaje o llamado de nadie, me hubiese gustado que quien me habló hace poco lo hubiese hecho en ese momento”. Y negó versiones sobre su salida: “Es mentira que nunca quise arreglar para rescindir, nadie me llamó antes para buscar una salida y se daba el corte en otro momento, yo nunca encontré respuestas del otro lado”.
Finalmente, cerró su etapa con una frase tan sentida como definitiva: “Mi etapa en Colón está cerrada, porque no fue como yo hubiese querido, mi revancha era dentro de la cancha, de afuera no es lo mismo, lamentablemente ya lo cerré en mi cabeza porque no es lo que quería, tenía otra ilusión, me duele y me va a seguir doliendo, no se va a poder revertir de otro lado”.

























