Matías Galarza Fonda más Matías Alejandro Galarza en Talleres y ante Unión. Ambos de volantes interiores; a la izquierda y a la derecha, respectivamente, de Juan Camilo Portilla, el único volante central.
Apuesta brava la del DT Alexander Medina e inédita, desde el inicio para un nuevo ciclo que lleva 12 partidos. Además significaba dejarlo afuera a Ulises Ortegoza, quien había sido uno de los imprescindibles como también lo había sido por Walter Ribonetto.
El pibe, de 22 años, volvió a quedar a mitad de camino, aportó orden y cobertura a la hora de recuperar. Sin embargo, en ofensiva, su producción siempre terminó a dos o tres pases del área.
Se sabe que es prolijo y preciso, pero se hace desear esa verticalidad mostrada en Argentinos y en el fútbol belga que hizo mover cielo y tierra a Boca, que lo pretendía inicialmente, y a Talleres, que lo terminó trayendo en este mercado por casi cuatro millones de dólares por el 60% del pase.
“Me pude adaptar bien con la cantidad de minutos que me da el ‘Cacique’. El grupo me da la confianza y me siento muy bien en Talleres”, sostuvo al cerrar el juego en el estadio “tatengue”.
Ambos Galarza siguieron en la cancha hasta el final, pero ofensivamente fue el paraguayo el que más gravitó. Fue punzante y vertical, agresivo y decisivo.
Son condiciones que el ex Argentinos tiene y que Talleres necesita ahora. Como antes y también para ese equipo que volverá a ser internacional en 2025.
“El equipo está con la cabeza fría, lo supo manejar bien y lo pudo sacar adelante. Está para cosas grandes”, cerró el volante.
Este lunes, a las 19.45, en el Kempes, habrá otra final. Talleres recibirá al escolta Huracán y volverá a necesitar del juego de un sociedad importante como la que recientemente se ha terminado de formar entre Botta, Tarragona, Palacios (ahora será Martínez por su lesión muscular), y ambos Galarza.
Todos han sido decisivos, el exArgentinos aún debe esa o esas grandes actuaciones. Quedan tres fechas, en la que se puede hacer historia.