En un giro inesperado, Adrián “Maravilla” Martínez sorprendió al salir como titular en el clásico de Avellaneda, a pesar de arrastrar una fisura y un edema óseo en la rodilla derecha. Los informes médicos indicaban que debía estar al menos un mes fuera de las canchas, pero el delantero desafió la lógica y convenció a Gustavo Costas de que podía jugar contra Independiente.
Desde el inicio del partido quedó claro que el goleador no estaba en plenitud física. Lejos de su habitual despliegue, se limitó a ser una referencia en ataque, jugando de espaldas y comandando algunas contras, aunque sin generar peligro real. Su oportunidad más clara se frustró cuando Santiago Solari erró un pase clave que pudo haberlo dejado mano a mano con Rodrigo Rey.
Fe y convicción: su explicación tras el milagro
Tras 98 minutos de esfuerzo, Martínez reveló el motivo detrás de su sorprendente presencia en el campo: “Cuando leí lo que dijeron me causó gracia: Dios no va a bajar a hablar conmigo. Tengo mucha fe y el Dios que yo predico también hace milagros. Les dije a los médicos que me había sanado a pesar de la fisura, no porque me había hablado, sino porque lo creí”.
“Le creí a Dios que estoy sano, no jugué infiltrado. Me levanté un día diciendo que estoy sano y estoy sano. No me metí nada ni hice nada, solo creí en Dios”.
El delantero insistió en que su recuperación fue más una cuestión de convicción personal que una mejora médica tangible. “La rodilla se sanó y aunque el estudio dice que estoy fisurado, siento que estoy sano. Le creí a Dios y ya está”, aseguró.
Gustavo Costas, entrenador de la Academia, tampoco podía entender lo que sucedió. “No entiendo. Mirá que yo también soy muy devoto, pero no podía jugar. Él tiene una cosa muy grave, tenía para 40 días sin trotar, no lo podíamos usar, se veía en la radiografía. Pero son milagros”, sostuvo.
Autocrítica y el futuro en la Copa Libertadores
Sobre el desarrollo del clásico, Martínez analizó el empate con autocrítica: “Fue muy parejo. En el primer tiempo fuimos mejores y podríamos haberlo liquidado, pero en el segundo ellos dominaron más”. Su desgaste físico quedó en evidencia y, ante el riesgo de agravar su lesión, se espera que tome varias semanas de descanso con el objetivo de llegar en óptimas condiciones al debut de Racing en la Copa Libertadores.
En diálogo con TNT Sports, también destacó la exigencia constante del club: “El escudo demanda seguir ganando y compitiendo. Tenemos varios lesionados y muchos partidos seguidos. Sabemos que así no alcanza”.