El fútbol argentino está de luto. Miguel Ángel Russo, histórico entrenador y símbolo de Boca Juniors, falleció este miércoles a los 69 años. Su despedida final será en la Bombonera, donde los hinchas podrán rendirle homenaje en las próximas horas.
El último adiós en la Bombonera
El club confirmó que el velatorio se realizará en el hall del estadio Alberto J. Armando (Brandsen 805), este jueves de 10 a 22, y continuará el viernes de 10 a 12. La decisión se tomó en conjunto con la familia de Russo, y el club puso a disposición toda su estructura para organizar la despedida de quien fue una figura clave en la historia reciente del Xeneize.
“Para respetar la intimidad de su familia, está prohibido tomar fotos o filmar en el lugar. Toda la comunidad del Club Atlético Boca Juniors acompaña a sus familiares y amigos en este momento de profundo dolor”, informaron desde la institución.
Ante la noticia, Boca Juniors decretó duelo institucional: se suspendieron todas las actividades deportivas y culturales del club para este jueves, y se dispuso una dotación reducida de personal.
El estadio, que tantas veces vibró con los logros de Russo, volverá a abrir sus puertas para despedir al entrenador que conquistó la Copa Libertadores 2007, el último gran título continental del Xeneize.
El cariño eterno de los hinchas
La última vez que Russo dirigió a Boca fue en el empate 2-2 ante Central Córdoba de Santiago del Estero, en la Bombonera. Aquella tarde fue ovacionado por la hinchada, que ahora podrá rendirle un homenaje final.Russo siempre fue un hombre respetado en todos los clubes donde trabajó: Estudiantes de La Plata, Rosario Central, San Lorenzo, Vélez, Racing, Millonarios de Colombia, entre otros.
El mensaje del club
A través de un comunicado oficial, Boca expresó su pesar:
“El Club Atlético Boca Juniors comunica con profunda tristeza el fallecimiento de Miguel Ángel Russo. Miguel deja una huella imborrable en nuestra institución y será siempre un ejemplo de alegría, calidez y esfuerzo. Acompañamos a su familia y a sus seres queridos en este momento de dolor. ¡Hasta siempre, querido Miguel!”.
