Desde los pasillos del Vaticano hasta las tribunas de Boedo, la devoción del papa Francisco por San Lorenzo de Almagro fue un testimonio vivo de cómo el fútbol puede formar parte del alma misma de una persona, incluso de un Pontífice.
Jorge Mario Bergoglio, nacido en el barrio porteño de Flores, creció entre misas y gambetas. Su vínculo con el club azulgrana comenzó en su infancia, cuando su padre lo llevaba a ver los partidos del viejo Gasómetro. De hecho, él mismo se hizo socio del club en 2008 y siempre se mantuvo al día con su cuota, incluso durante sus años como cardenal en Buenos Aires.

La relación de Francisco con San Lorenzo no es un detalle menor: es parte de su identidad. En más de una ocasión, el Papa ha mostrado públicamente su simpatía por el Ciclón. Quizá uno de los momentos más recordados fue en 2013, apenas días después de haber sido elegido Papa, cuando recibió en el Vaticano a una delegación de San Lorenzo que le llevó una camiseta con su nombre. Francisco la sostuvo entre sus manos con una sonrisa que mezclaba humildad y orgullo.
“Soy hincha de San Lorenzo desde que era chico, lo heredé de mi familia”, ha dicho más de una vez. No es raro que los visitantes que lleguen al Vaticano encuentren, en algún rincón de la que supo ser su residencia, alguna bufanda, camiseta o bandera azulgrana.
El punto más alto de esta pasión compartida se dio en 2014, cuando San Lorenzo ganó la Copa Libertadores por primera vez en su historia. Aquel título fue recibido por Francisco con alegría y emoción. “Recé por eso, pero no sé si Dios me hizo caso como hincha o como Papa”, bromeó en una audiencia.
El caso del Papa Francisco demuestra que el fútbol no conoce fronteras, ni siquiera las que separan lo mundano de lo divino. Su amor por San Lorenzo fue un símbolo de fidelidad, de barrio, y también de una Argentina que llevaba en el corazón, a pesar de su investidura universal.
El Papa fue cuervo, y lo será por siempre. Y de eso puede dar fe la hinchada azulgrana, que en una de sus canciones más populares asegura que “desde el cielo te voy a alentar”.