Alejandro “Papu” Gómez vuelve a ser noticia. A siete meses de cumplir su sanción por dopaje, el campeón del mundo con la Selección Argentina habló desde Italia y dejó una frase que dice mucho más de lo que aparenta: “El Papu se jubiló. Pero Alejandro no”.
En una entrevista con La Gazzetta dello Sport, el exjugador de Atalanta y Sevilla mostró su lado más humano. Reconoció que la suspensión fue dura, pero también que el deseo de volver sigue intacto. A sus 36 años, entrena, se cuida y sueña con una nueva oportunidad. Mientras tanto, se mantiene vinculado al Renate, un club de la Serie C italiana, donde recupera ritmo y ganas.
Sin rencores, pero con convicción, Gómez insinuó que todavía tiene fútbol para dar. Su contrato de suspensión termina en octubre, y ya hay clubes atentos a su situación. Él mismo mencionó estilos de juego como los de Bolonia, Sassuolo o Fiorentina, pero no descartó un regreso a su querido Atalanta.
“La pelota sigue picando”, parece decir Alejandro. Y aunque la Selección parezca un capítulo cerrado, el fútbol profesional podría no haber visto su última gambeta.