Ante la baja de rendimiento de Marcos Acuña tras su salida del fútbol europeo, Nicolás Tagliafico se fue consolidando como el lateral izquierdo titular indiscutido de la selección argentina. El defensor del Olympique de Lyon analizó el futuro de su posición en el equipo nacional y destacó a dos nombres en particular: Julio Soler y Valentín Barco.
En una entrevista con Infobae, el futbolista oriundo de Rafael Calzada mencionó a los jóvenes que considera con proyección en su puesto y subrayó la dificultad de formar laterales en el fútbol moderno. “Está Soler ahora que se vino para Europa. Está el Colo Barco, que alterna ahí un poco lateral, más arriba (suele jugar también como interno o carrilero). Está costando formar jugadores en ese puesto. No solo izquierdo, sino derecho también”, señaló.
Además, comparó la actualidad con sus inicios y explicó cómo solían ser utilizados los laterales en el pasado. “Siento que por ahí, en mi época, pasaba de que al lateral lo usaban de central o lo tiraban más arriba. Si era muy habilidoso lo subían y, si era muy bruto, muy tronco, lo tiraban de central, como que no se formaba un lateral”, analizó Tagliafico.
El exjugador de Independiente también recordó la influencia de Silvio Marzolini en su formación, destacando su rol clave en la decisión de desempeñarse en ese puesto. “Tuve la suerte de tenerlo a Silvio Marzolini de coordinador en su momento en Banfield, el mejor lateral, que no lo vi jugar, pero dicen que fue uno de los mejores laterales de la historia de Argentina”, relató.
Asimismo, resaltó la importancia que Marzolini le dio a la posición y cómo eso marcó su carrera. “Tuve la suerte de que él me dijo: ‘No, vení de lateral’ e hice toda mi vida de lateral, pero creo que hoy no le dan la importancia necesaria al lateral y en el fútbol se usa muchísimo hoy”, afirmó el futbolista de 32 años.
Tagliafico y su posible regreso al fútbol argentino
Respecto a su futuro, Tagliafico descartó, al menos en el corto plazo, la posibilidad de regresar al fútbol argentino, ya que su prioridad es seguir compitiendo en las grandes ligas europeas. Sin embargo, admitió que su futuro es incierto. “Yo nunca digo nunca, porque al final no sé qué va a pasar con mi vida. Hoy te contaba que ya se me termina el contrato acá y no sé dónde voy a ir los próximos años”, reconoció.
Aunque aún no tiene definido su próximo destino, su deseo es mantenerse en el más alto nivel competitivo. “Todavía no tengo nada. Me gustaría mantenerme en la élite lo más posible. Quiero tratar de sentirme lo más fuerte posible. Jugar contra los mejores jugadores el mayor tiempo posible. Hasta cuando me doy cuenta de que ya no doy para más”, concluyó.