Instituto ganó 2-1 ante Riestra, en el Monumental de Alta Córdoba, por la jornada 25 de la Liga Profesional. Este es el momento de la verdad, porque la Gloria todavía se encuentra con chances reales y concretas de lograr algo histórico: clasificar a una copa internacional, en este caso la Copa Sudamericana 2025.
Pero lo más importante para el Albirrojo es que, con la victoria de este sábado, aumentaron sus posibilidades de llegar al final metido de lleno en la pelea por ocupar una plaza para la próxima Sudamericana.
Más allá de los cambios y los diferentes momentos del certamen, el equipo de Alta Córdoba suma 53 puntos en la tabla anual y sabe que si logra ganar el partido que le queda en casa (Godoy Cruz), y suma en la visita a Lanús en el medio de ambos cotejos, sus posibilidades serán concretas.
A los 30 minutos de la primera parte, Jeremías James marcó el 1-0 a favor del Malevo.
A los 18 minutos de la segunda parte, por un penal a favor, la Gloria igualó el cotejo de la mano de Damián Puebla. Cinco minutos después, Silvio Romero anotó el segundo del Albirrojo y dio vuelta el encuentro.
EL PARTIDO
Los primeros minutos entre Instituto y Riestra fueron con la idea de partido que se podía suponer en la previa. Con el visitante relegado y dejándole la pelota al local para que intentara atacar y dejara espacios.
El Albirrojo tuvo un solo cambio con el ingreso de Batallini al 11 en lugar de Diaz.
Riestra de entrada demostró que apostaba a la pelota parada y la Gloria iba a tener que cuidarse en ese sentido. Mientras tanto, Lodico, Puebla y Batallini aparecían como las llaves para generar juego y abrir el cerrojo rival.
Transcurrían 15 minutos y había pasado poco y nada. Pero en una contra de Riestra, Dubersarsky se arrojó con fiereza a un corte dentro del área y el rival se dejó caer.
Tras ser llamado por el VAR, el juez Baliño decidió no sancionar penal (sino falta afuera del área). El momento fue festejado como un gol del local.
El partido era malo y el local no encontraba los caminos. Y Riestra volvió a apelar a la pelota parada. El defensor James recibió en el área y metió un zurdazo que se clavó contra el palo de Roffo a los 30 minutos.
El desconcierto era mayúsculo de un Instituto que estaba apagado y perdido. Que necesitaba reaccionar.
Así se iría el entretiempo, perdiendo 1-0 ante un rival que sólo aguantaba y que ya había hecho el gol que necesitaba para especular y defenderse. Mientras tanto, en las tribunas, la gente no paraba de cantar el “movete, Gloria, movete”, que exigía otra cosa.
Para el complemento, la dupla técnica decidió hacer dos cambios: entraron Cerato y “Nacho” Russo por Juan Franco y Gregorio Rodríguez. El Albirrojo salió con otra actitud intentando cambiar una noche torcida.
Pero nada parecía cambiar la tónica de un partido tenso, con los minutos que se iban sin que Instituto pudiera generar una sola situación de riesgo real. Riestra parecía estar más cerca del segundo que la Gloria de empatarlo.
En ese contexto, Instituto necesitaba una “mano” y se la dio el defensor de Riestra que extendió el brazo. Baliño sancionó penal y Puebla lo transformó en gol cuando iban 20 minutos. Fue el momento de descarga y resurrección de la Gloria que ahora quería ir a ganarlo.
Poco después ingresaría Silvio Romero y llegaría el segundo milagro. La primera pelota que tocó el “Chino” fue a parar al fondo de la red para el 2-1.
Fue el primer y esperado gol de Silvio desde su vuelta, en una noche que cambiaba totalmente en apenas segundos.
Luego, la dupla interina hizo los cambios necesarios para aguantar el resultado y tratar de cerrar una victoria que por momentos pareció imposible. Pero se estaba consiguiendo.
Juan Franco, que estaba en el banco de la Gloria, fue expulsado a los 42 minutos del complemento por empujar al cuarto árbitro.
El final fue una victoria festejada abajo de la lluvia y con la gente cantando “olé, olé, Chino, Chino”. Un triunfazo de la Gloria para recordar, que llegó en la noche más difícil.