Aunque el libro de pases aún no abrió formalmente, en Racing de Nueva Italia el receso ya comenzó con movimiento. El entrenador Héctor Arzubialde ya le acercó a la dirigencia una prioridad clara: sumar dos o tres jugadores, posiblemente uno por línea, para reforzar un plantel que busca terminar de acomodarse en el pelotón de arriba tras un semestre irregular.
La planificación incluye una mirada estratégica. Es que, con la recuperación de Juan Bono y Francisco Robles, lesionados durante gran parte del torneo, Arzubialde entiende que contará con variantes que no pudo utilizar anteriormente. Por eso, la llegada de caras nuevas vendría acompañada de salidas.
“No queremos sumar por sumar. Antes de traer, vamos a ver quiénes se van. Hay refuerzos que casi no jugaron”, reconocieron desde la comisión directiva en diálogo con este medio. El objetivo es claro: aligerar la masa salarial y liberar espacio en el vestuario.
La idea es buscar salidas de futbolistas con contratos altos y poca participación, un recorte quirúrgico que permita dar lugar a jugadores que lleguen con rodaje y hambre de minutos.
En cuanto a los nombres que circulan, uno de los que más ruido hizo fue el de Bruno Nasta. El delantero, con pasado en la Academia, sonó en algunos medios, pero su regreso aparece como poco probable: San Miguel invirtió una suma importante para quedarse con su pase y su salida no sería sencilla.
Otro apuntado y tal vez con más chances es Jonathan Dellarossa, atacante de Instituto. En Alta Córdoba planean sumar competencia en ese puesto, y eso podría dejar al ex Chaco For Ever con menos lugar en el equipo. Ante ese escenario, cambiar de aire sería una opción más potable.
El libro de pases todavía está cerrado, pero en Nueva Italia ya se escucha el ruido de valijas. Y si hay caras nuevas, también habrá que abrir la puerta de salida. En Racing, el mercado ya arrancó. Y el que no juega, vuela.