Este sábado, Talleres no solo tendrá acción futbolística, cuando a partir de las 17 complete su partido suspendido contra Godoy Cruz, en el estadio de Gimnasia de Mendoza. Nadie ignora que el ecosistema albiazul se encuentra en plena ebullición tras la traumática eliminación por penales en Santa Fe, frente a Armenio, un equipo de la tercera división del fútbol argentino. Esta eliminación desató una serie de cuestionamientos y pases de factura internos, que se extendieron rápidamente entre los miembros del club.
Aunque el plantel se recluyó en la concentración de Mendoza con la premisa de mantener silencio mediático y resolver los problemas puertas adentro, surgieron versiones de todo tipo respecto a lo sucedido en las últimas horas. El principal foco de especulación fue la continuidad de Alexander Medina al frente del equipo. Aunque nadie dentro de la directiva ha comentado públicamente, ni siquiera en privado, sobre la situación del entrenador, la incertidumbre persiste.
Estado de situación en Talleres
El ambiente, por lógica, no es el mejor. Trascendieron rumores de una posible videoconferencia entre el plantel, el entrenador y el presidente Andrés Fassi, así como reuniones entre el “Cacique” y los referentes del plantel en el hotel de concentración.

Durante estos encuentros, las reconvenciones fueron constantes, con mucha autocrítica, reclamos y hasta la insinuación de que algunos jugadores podrían ser excluidos del encuentro contra el “Tomba”. Aunque estas versiones no han sido confirmadas, ganaron fuerza conforme avanzaron las horas.
Frente a este clima tan tenso, la presencia de Andrés Fassi, presidente del club, se vuelve imprescindible. Tras el desabrido empate contra Sarmiento en Junín, Fassi se había dirigido a México pero, según se informó, adelantó su regreso para este sábado, aunque aún no se puede confirmar si estará presente en Mendoza antes del partido.
Fassi vuelve para decidir
“Está previsto que regrese del exterior, pero no podemos confirmar que vaya a estar en Mendoza”, señalaron desde el club. Sin embargo, lo cierto es que este sábado, ya sea en Cuyo o en Córdoba, Fassi se reunirá con todas las partes involucradas, escuchará a los actores clave, evaluará la situación y tomará decisiones, asumiendo su responsabilidad como máxima autoridad del club.
Su presencia es fundamental, y el silencio que ha mantenido en las últimas horas ante los medios es prueba de la delicadeza de la situación. Este silencio refleja la necesidad de no apresurarse a emitir juicios sin antes consultar a quienes corresponda, antes de tomar determinaciones en diversas áreas del club.
El tiempo apremia y, si es necesario tomar medidas drásticas, estas deben ser rápidas. Lo que se viene para la “T” no permite más dilaciones. Tras el partido suspendido contra Godoy Cruz, se avecina el clásico contra Belgrano, que se jugará el próximo domingo 30, a las 15, en Alberdi. Este partido, por su repercusión, marca siempre un antes y un después, y no solo afectará la continuidad de Medina. Algunos jugadores, por distintas razones, también quedaron “colgados” después del papelón sufrido en el Brigadier López de Colón.
Además, tras el duelo contra el Pirata, el club enfrentará su debut como local en la Fase de Grupos de la Copa Libertadores contra Sao Paulo. Para entonces, la continuidad del entrenador uruguayo deberá estar definida, al igual que una situación interna conflictiva que involucra tanto al DT como a los futbolistas, y que hoy parece fuera de control. Esta situación requiere decisiones enérgicas y urgentes.
Parece un contrasentido, pero apenas han pasado dos semanas desde que Talleres conquistó el título de la Supercopa Internacional contra River en Paraguay. Los festejos ya son cosa del pasado, y la coyuntura actual es completamente distinta.
Nada de esto es nuevo para Fassi, quien ha tenido que enfrentar situaciones similares a lo largo de la última década al frente del club, con aciertos y errores en sus decisiones. Sin embargo, más que nunca, su presencia es crucial.