Nahuel Bustos siempre tiene algo especial en los clásicos. Ya tiene anotados tres goles ante Belgrano y quería uno más este domingo. Tras una falta, el jugador no dudó y pateó directamente desde atrás de mitad de cancha.
La pelota hizo una parábola perfecta y se colocó por detrás de Espínola, quien no se esperaba semejante remate.
Sin embargo, el juez Zunino anuló el tanto ya que afirmó que el tiro libre se hizo más adelante del lugar de la falta y que la pelota no estaba en juego. El silbatazo se dio apenas Buscos impactó la pelota.