ESTRELLAS CAÍDAS
Quienes quieran tener una camiseta de la selección uruguaya con cuatro estrellas deberán apresurarse para comprarla, ya que la FIFA acaba de determinar que solo debe llevar dos: las correspondientes a los mundiales de 1930 y 1950. Las otras dos deben ser retiradas de la casaca porque estaban flojas de papeles, al corresponder a campeonatos olímpicos previos a los mundiales.
De esta manera, y luego de varias idas y vueltas, la santa sede del fútbol mundial decidió dar por concluida una polémica estelar generada por la ocurrencia uruguaya de considerar campeonatos mundiales a los torneos olímpicos de fútbol de París y Ámsterdam. Según los uruguayos, esa movida fue autorizada por la FIFA en 1992, aunque sin aclarar quién firmó la aprobación. En ese punto, las sospechas recaen en un empleado de maestranza de la FIFA conocido como “Francois”, que había conseguido un sello de Joao Havelange y al que le encantaba firmar autorizaciones.
Las estrellas sumadas por los uruguayos atravesaron momentos de incertidumbre cuando la FIFA endureció los controles sobre las estrellas de cinco puntas en las camisetas de las federaciones asociadas, a partir de denuncias sobre la súbita aparición de toda una constelación en la camiseta de Egipto: siete estrellas (como las Pléyades), que representaban las siete Copas de África ganadas por los faraones. Concretamente, la FIFA creó la Comisión de Estrellas, que se ocupó de analizar las casacas de selecciones con la finalidad de detectar estrellas ilegales, y su primera disposición fue dar de baja el cúmulo astral egipcio antes del Mundial de Rusia.
Como zafaron de la requisa, los uruguayos pensaron que su pequeña galaxia seguiría brillando hasta el final de los tiempos. Pero Luis Suárez se resfrió y, en una entrevista, dijo que reconocía solo dos mundiales. Para desesperación de la federación charrúa, la declaración llegó a oídos de los miembros de la comisión, quienes ahí cayeron en la cuenta de que en su momento no contabilizaron bien las estrellas uruguayas. “Ya despedimos al encargado de contarlas e intimamos a su federación para que den de baja dos. En caso de que se nieguen, los declararemos en rebeldía y solo les permitiremos dos planetas”, reveló una fuente de la FIFA en torno a la polémica.
Ahora, obligados a bordar solo dos astros en sus casacas, las especulaciones giran en torno al costo de las camisetas uruguayas que quedaron en stock con cuatro. ¿Serán más baratas porque están fuera de norma y desactualizadas, o cotizarán más por el interés de los coleccionistas de objetos exóticos?
Mientras en Uruguay le ruegan a Suárez que deje de opinar sobre el palmarés de la celeste, desde la FIFA sostienen que hay una directiva de Infantino para regular el bordado de estrellas en las camisetas de las federaciones afiliadas, a fin de evitar el síndrome conocido como “barras y estrellas”, que caracteriza a una patología futbolística consistente en diseñar casacas con tantas estrellas como la bandera de Estados Unidos.
ARDE FINLANDIA
Un bajísimo umbral de frustración de tres hinchas adolescentes del FC Haka de Finlandia los llevó a prender fuego al estadio histórico del club, debido a que el equipo descendió a la B después de una campaña desastrosa que lo dejó último en la tabla. El dato llamativo es que iniciaron el fuego dos meses después de que ocurriera la pérdida de categoría, en octubre, por lo que el hecho configuraría un inédito acto de furia descontrolada con delay.
El factor sorpresa fue decisivo en este incendio, ya que nadie lo esperaba a dos meses del impacto que significó haber descendido. “Pensábamos que el mal momento ya había sido digerido, pero estos hinchas tal vez se encontraban en estado de animación suspendida desde hace meses y, al despertar la semana pasada, se encontraron con que estaban en la B. No lo soportaron y decidieron quemar la cancha”, explicó un directivo del FC Haka.
El incendio, que redujo a cenizas la tribuna de madera del escenario y parte del césped artificial, conmocionó al mundo del fútbol. En algunas federaciones se volvió a encender la discusión sobre los efectos colaterales peligrosos de los descensos, por los actos de ira que generan en los hinchas que padecen esta situación. En la AFA, por ejemplo, se fortaleció la posición de dirigentes que proponen lisa y llanamente la eliminación de los descensos como una forma de mantener la paz social en el fútbol y avanzar hacia torneos de tres dígitos.
“Un campeonato con más de 100 equipos puede resultar complicado y extenso, pero nos evitamos las situaciones fuera de control que generan los descensos, especialmente con el fuego, que es muy peligroso desde los tiempos de Nerón”, reflexionó un dirigente. El fútbol a veces se descontrola y surgen en los hinchas pulsiones autodestructivas de consecuencias irreparables, incluso en Finlandia.
