A los 36 años, Franco Vázquez volvió a sacarle punta al pie zurdo y ascendió otra vez. Esta vez con el Cremonese, que se cargó al Spezia en una final caliente, de esas que se juegan con el alma y con los dientes apretados. El exBelgrano fue clave: metió un gol y sumó su segundo ascenso a la Serie A, 13 años después del primero con el Palermo.
El domingo el Cremonese selló su regreso a la elite del Calcio. Lo hizo en una final electrizante: tras el 0 a 0 de la ida, ganó 3 a 2 con goles de De Luca (doblete) y del Mudo, que apareció en el minuto 63 para estampar el 3-0 parcial con su clásica pausa en la puerta del área y definición rasante.
Oriundo de Tanti pero formado en Belgrano, Vázquez volvió a mostrar que la clase no se vence con el tiempo. Supo brillar en Italia con la camiseta del Palermo y hasta se ganó un lugar en la selección azzurra. También dejó huella en el Sevilla de España, donde fue campeón y figura durante cinco temporadas.
Esta vez, su experiencia fue fundamental para un Cremonese que soñaba con volver. En medio de una temporada que incluyó un episodio duro –una sanción de 10 partidos por un presunto insulto racista que él negó categóricamente–, Vázquez volvió con silencio y fútbol. Fue titular, fue capitán y fue líder. Como si el tiempo no pasara.
Con este ascenso, Vázquez suma su cuarto ciclo en Serie A (Palermo 2012, 2014–2016, y ahora 2025 con Cremonese). Y mientras en Córdoba muchos aún lo recuerdan con la camiseta celeste de Belgrano, Italia lo sigue aplaudiendo como un diez a la vieja usanza.
Queda una postal: el Mudo, con la cinta, festejando el gol que encaminó el ascenso. Con la zurda intacta y los botines limpios, Franco sigue escribiendo su historia. En silencio, como siempre. Pero dejando gritos para la memoria.