Con solo 20 años, a Santiago Fernández le tocó atravesar en 2025 un año inolvidable, cargado de muchas más emociones y circunstancias positivas que negativas.
Afianzarse como titular indiscutido a tan corta edad en el equipo que dirige Carlos Tevez y jugar el Mundial Sub 20 de Chile fueron los hitos más destacados, aunque no los únicos.
También fue un año de mucho aprendizaje, porque le tocó pelear el descenso hasta casi el final del pasado Torneo Clausura de la Liga Profesional, en una situación límite, partido a partido, con pasajes traumáticos que requirieron mucha fortaleza psíquica para superarlos.
“Sin dudas, fue el mejor año de mi vida”, aseguró el juvenil defensor riocuartense en una entrevista que brindó a Deportes La Voz, horas después de terminar de entrenar junto a Tomás Olmos en el CARD Nuccetelli, cuando el plantel albiazul todavía no había vuelto a las prácticas. Todo un signo de su profesionalismo y de la seriedad con la que encara su carrera, breve pero muy fructífera.
–¿Cuál es el balance personal que hacés de este año y el general del equipo?
–En lo personal, fue un año hermoso, sin dudas el mejor de mi vida. Se cumplió lo que tanto soñé y por lo que peleé todo este tiempo. Pero en lo colectivo fue un año complejo. Veníamos de temporadas peleando cosas importantes y este año no pudimos conseguir buenos resultados; terminamos peleando el descenso. Sin embargo, también pudimos ganar la Supercopa Internacional. Fue un año duro que nos deja muchas enseñanzas para lo que viene.
–¿Qué te dejó de positivo Carlos Tevez como DT del plantel?
–Carlos nos ayudó muchísimo. Desde el primer día que llegó nos dejó claro cómo eran las cosas y nos encendió esa chispa que nos faltaba. Al principio no podíamos conseguir los resultados, pero se notaba que había una vibra diferente. El grupo estaba muy bien y en los entrenamientos dejábamos todo. Desde ese lado fue fundamental y, en gran parte, gracias a él pudimos salvarnos del descenso.
–¿Cuándo hicieron el clic de que el riesgo del descenso era concreto y cambiaron el perfil futbolístico?
–No hubo un momento específico. Durante todo el semestre nos decíamos que no podía ser posible que estuviéramos tan abajo con el equipo que tenemos y los jugadores que lo conforman, pero pasaban los partidos y los resultados no llegaban. Lo importante es que el grupo siempre tuvo la fe y la convicción de que lo sacaríamos adelante. Gracias a Dios metimos esa seguidilla de triunfos en el tramo final del torneo y conseguimos el objetivo que buscábamos.
–¿Qué significó para vos el Mundial Sub 20?
–Jugar un Mundial con la selección fue un orgullo gigantesco para mí por todo lo que peleé. Cada vez que veía el escudo del seleccionado en el pecho me emocionaba. Portar esa camiseta es lo máximo a lo que puede aspirar un futbolista. En lo personal no fue el Mundial que esperaba, pero también aprendí mucho de mis compañeros y del cuerpo técnico.
–¿Qué esperás para 2026 en lo individual y para el equipo?
–Espero que este año llegue pleno de cosas buenas en lo personal y ya estoy trabajando en el CARD para que eso suceda. Espero jugar mucho. Y en lo colectivo estoy convencido de que pelearemos en todos los frentes, porque todo lo que pasó este último semestre nos hizo fuertes de la cabeza.
