El novedoso formato Maratón Futbolero aplicado de modo experimental para la disputa actual Torneo de la Liga Profesional por la AFA logró uno de los principales objetivos planteados por sus impulsores: el de mantener en vilo a los hinchas con la disputa prácticamente ininterrumpida de las fechas, ya que deben permanecer en un estado de alerta continuo frente al peligro latente de perderse algún partido de sus equipos. “Si no están suficientemente alertas, se les pasan los partidos debido a la dinámica arrolladora del fixture”, señala uno de los promotores de este formato. “No queremos hinchas pasivos, queremos bolitas de nervios”, agregó la fuente.
Según se asegura en los pasillos afistas, la idea era generar una tormenta de fútbol que se derramara sobre los hinchas, pero se terminó armando un diluvio universal de fútbol en referencia al fenómeno meteorológico bíblico consistente en 40 días y 40 noches de lluvia continua que hizo colapsar los desagües y produjo una inundación general en todo el planeta. La dinámica del torneo es de tal magnitud que ya se hace difícil determinar cuándo empieza y cuándo termina una fecha, y hasta qué fecha se está jugando, un estado de confusión que en muchos casos afecta a los jugadores y a los cuerpos técnicos.
“El utilero tiene listos los bolsos para salir en cualquier momento y al colectivo lo dejamos con el motor encendido porque muchas veces suena una alarma que debimos instalar y hay que salir a jugar un partido en algún lugar del país”, señala un dirigente cordobés todavía sorprendido por la novedosas exigencias del fútbol profesional argentino. “Más que un club, parecemos un cuartel de bomberos voluntarios”, agrega a modo de ejemplo.
Pero el formato Maratón trae una consecuencia delicada: la sospecha de que habría equipos que estarían jugando más partidos que el resto, lo que provocaría un insalvable desequilibrio estadístico en la tabla de posiciones que complicaría per se la definición del campeonato. En este sentido, hinchas de Instituto, Riestra, Defensa y Aldosivi aseguran que en lo que va del torneo sus equipos han jugado y dos y tres partidos más que los demás clubes y han solicitado que se investigue la situación.
“No tengo la certeza, porque estoy muy confundido, pero tengo la sensación de que Aldosivi está jugando tres veces por semana. Creo que es algo que debería investigarse”, señaló un hincha del Tiburón para quien su equipo lleva disputados entre 10 y 11 partidos en lo que va del torneo, cuando oficialmente se estaría disputando la séptima fecha.
Este fenómeno también sería percibido por muchos hinchas en general, quienes sostienen que siempre que prenden el televisor están jugando equipos como Instituto, Central Córdoba o Defensa. Ilusión óptica masiva televisiva o el fixture del torneo se salió peligrosamente de control.
Messi, bajo cero
La noticia procedente de Kansas generó preocupación en la AFA: Lionel Messi debió disputar un partido con 25 grados bajo de cero de sensación térmica, cuando su equipo Inter Miami enfrentó a Kansas City en la primera ronda de la Concacaf Champions Cup. El partido terminó con un triunfo del equipo rosa de Florida gracias a un golazo precisamente de Messi, que logró superar la rigidez articular y el entumecimiento de los músculos que le estaba provocando el frío extremo para detener la pelota de pecho, eludir al rival y cambiarle el palo al arquero con su disparo.
El meteorólogo del cuerpo técnico afirmó, sin embargo, que si la temperatura hubiera bajado tan solo dos grados más el gol no habría ocurrido debido a que Messi hubiera quedado virtualmente congelado y, por lo tanto, inmóvil con la pelota pegada a su pecho, situación que habría determinado el ingreso de los equipos de emergencia para activar el protocolo de descongelamiento conocido médicamente como maniobra de Torquemada, en referencia al monje inquisidor tan afecto a la calidez fuego. “Básicamente, consiste en generar una pequeña hoguera alrededor del paciente con signos de congelamiento para volverlo a su estado natural”, agregó la fuente.
Sin bien Messi superó con éxito el desafío climático extremo de Kansas, la preocupación por las consecuencias de los fríos extremos en Estados Unidos en su físico fue motivo de debate en la AFA y como primera medida se decidió organizar la una campaña solidaria llamada “Una Bufanda para La Pulga”, consistente en convocar al predio de Ezeiza a tejedoras voluntarias para que confeccionen ininterrumpidamente durante 48 horas unas dos mil bufandas (con flecos) y mil pares de guantes que protejan al capitán de la selección de las inclemencias de las olas polares del norte (la lana será provista por la AFA). La idea es que Messi reciba el cargamento térmico tejido por manos maternales también como una muestra de la calidez del pueblo argentino.