En medio de la desolación del partido entre River y Barcelona en un Monumental de tribunas vacías, la nota de color en el campo de juego la dio el técnico ecuatoriano Segundo Castillo, quien saltó a la cancha con un outfit que hizo parpadear al sistema lumínico del estadio con un impactante smoking rosa con solapas y detalles en negro, con chaleco y moño al tono, que se robó los comentarios de los relatores y que le valió apodos como “Sir Castle II” o “Don Segundo del Castillo, marqués de Esmeraldas y señor de Guayaquil”, asimilando al DT a títulos de la nobleza británica o española por sus ropajes.
Castillo, quien confiesa sentir una irresistible pasión por la moda y se deleita al combinar lujo, audacia y estilo propio, está decidido a aportar glamour no sólo al fútbol sino al gremio de los DT en el que pocos le prestan atención a la apariencia cuando están dirigiendo a sus equipos. “Y ni hablar si son cabuleros, ya que si una campera de cuero les trae suerte en un par de partidos no se la van a sacar durante torneos enteros con frío, lluvia o máximas de 49 grados, combinada con pantalones de vestir, de gimnasia o calzas, según la ocasión”, señala un agudo observador de los atuendos de los DT.
“Otros buscan ropa cómoda y práctica, o con muchos bolsillos, como el caso de Costas, que necesita guardar las docenas de estampitas, rosarios y amuletos con los que entra a las canchas en cada partido”, dice la fuente.
“En general, los entrenadores están más cerca del look de ‘profe’ de educación física ochentoso de Marcelo Bielsa que de la facha de Pierce Brosnan haciendo de James Bond”, señala el diseñador de alta costura argentino Gino Corbatta, razón por la cual el ecuatoriano fue calificado de “excéntrico” por lucir un traje de etiqueta que muchos relacionan más con los magos, los presentadores de boxeo en Las Vegas o los ventrílocuos. Lejos de las opiniones marcadas por en buena medida por la envidia de muchos grisáseos e intrascendentes especímenes de las redes, Castillo emergió en el Monumental hecho una pinturita al punto de opacar al glamoroso “Huevo” Rondina, actualmente DT de Quilmes, que convirtió a los corralitos para los entrenadores de las canchas argentinas en virtuales pasarelas donde luce sus conjuntos cuidadosamente elegidos para cada partido. “Zoolander” Rondina, como se lo conoce últimamente, elegido el técnico con más glamour del fútbol argentino y también es llamado el DT de los 40 trajes, tiene ahora un competidor regional.
Cuenta regresiva
La introducción de una modificación temporal y punitiva a la regla 12 en lo que hace a la retención de pelota por parte de los arqueros que demoran el juego en el momento de sacar marca el fracaso rotundo de la regla anterior de los seis segundos y tiro libre indirecto que no era “consistente” ni “sostenible”, según sus cuestionadores y abre un nuevo panorama para la agilización de los partidos.
A partir de ahora, se contabilizan ocho segundos y se sanciona con un córner, una penalización expeditiva que impide protestas turbulentas y busca eliminar la costumbre de los arqueros de quedarse con la pelota bajo el brazo durante minutos mientras simulan realizar complejos cálculos balísticos (que incluyen velocidad de salida del balón, intensidad y dirección del viento, elevación, presión barométrica, etc.) para que la pelota caiga lo más cerca posible del único delantero del equipo en campo contrario.
Estaba claro que la regla anterior de los seis segundos había caído virtualmente en desuso, ya que no era respetada por los arqueros y los árbitros no la aplicaban por la sencilla razón de que aborrecían la idea de cobrar un tiro libre indirecto dentro del área. “Era como meterse en un pantano, en un berenjenal o atrapar un tejón por la cola: sancionar retención y tratar de que se ejecutara el tiro libre indirecto generaba una reunión de consorcio en la que protestaban todos y que generaba una demora promedio de 17 minutos hasta la ejecución”, recuerda el árbitro José Cármen Dellpito, leyenda viva del arbitraje hondureño.
El testimonio del legendario colegiado revela las causas de la impunidad que gozaban los arqueros morosos cuyas dilaciones en algunas ocasiones generaron casos de crisis de nervios y ataques de ansiedad en los hinchas contrarios, deseosos de que sus equipos empataran. En conclusión, la modificación de la regla 12 no sólo busca darle más vértigo al juego sino también evitar problemas de salud y mejorar la calidad de vida de los sufridos simpatizantes.
Queda sin zanjarse la polémica sobre el paso del tiempo en los partidos, ya que es sabido que un 0 a 0 soporífero “no termina más”, mientras que uno de ida y vuelta y con goles se consume en una hora. Se desprende entonces que el paso de los ocho segundos otorgados a los arqueros varían según las características de cada partido.