La derrota ante River terminó por sellar el destino de Fernando Gago, que este martes dejó de ser el entrenador de Boca Juniors. Tras el 2-1 en el Monumental, la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme decidió cortar por lo sano y dar por terminada una etapa que nunca terminó de convencer ni a los hinchas ni a los propios dirigentes.
El encargado de oficializar la noticia fue Mauricio “Chicho” Serna, integrante del Consejo de Fútbol y uno de los hombres de mayor confianza de Riquelme. “Hasta acá ha llegado Fernando Gago y su cuerpo técnico con la institución. Estamos muy agradecidos, puso todo su empeño, pero hay situaciones que nos llevaron a tomar una decisión final”, declaró Serna, en un mensaje claro pero sin vueltas.
Con la salida de Gago, que se convierte en el sexto DT en dejar el cargo desde que Riquelme asumió el manejo del fútbol Xeneize, la atención ya está puesta en su reemplazo. Y el nombre que más fuerte suena en los pasillos de la Bombonera es el de Gabriel Milito, que días atrás apareció como un técnico que le interesaba a Andrés Fassi para traerlo a Talleres.
Milito viene de tener un gran paso por Argentinos Juniors, donde logró imponer una idea de juego ambiciosa, con protagonismo, presión alta y fútbol de ataque. Luego tuvo un buen paso por Mineiro de Brasil y su perfil gusta en la dirigencia y también seduce por su estilo: un Boca más protagonista y menos especulador.
El problema es que no está solo en la carrera. Otros candidatos que evalúa el Consejo son Gerardo “Tata” Martino —hoy sin club tras su paso por Inter Miami—, Gustavo Quinteros, Cristian “Kily” González y Eduardo Domínguez, este último de gran presente en Estudiantes de La Plata.
Mientras tanto, Boca debe resolver no solo quién dirigirá al equipo, sino qué rumbo futbolístico quiere tomar. Porque más allá de los nombres, la sensación es que hace rato el club busca una identidad que aún no logra encontrar.