La primera pelota que tocó Giuliano Simeone en el clásico fue para mandarla al fondo de la red. A los 29 minutos, el hijo del Cholo, símbolo del equipo nacional en los ‘90, convirtió su primer gol con la camiseta de la Argentina. Fue para el 4-1 de la selección contra Brasil.
El jugador del Atlético de Madrid le pegó con alma y vida.