Tras la victoria por 1-0 de Talleres sobre Platense, el capitán Guido Herrera expresó en zona mixta el alivio que embarga al equipo y a la hinchada, luego de un periodo marcado por la tensión y la lucha.
El arquero se mostró “contento, feliz”, y señaló que el resultado era “lo que todos queríamos”.
Herrera se centró en el significado emocional del triunfo: “La verdad que hoy es un desahogo, pero también por ellos [los hinchas], porque sé que cada vez que veníamos acá nos costaba y nos veíamos tristes, con bronca, fastidiosos, haciendo números”. Añadió que le alivia que la gente se pueda ir “un poquito más tranquila”.
Reconoció que fue una etapa difícil de gestionar emocionalmente: “Fue un semestre muy complicado, lleno de emociones, de subidas y bajadas, de enojos, de miedos, de un montón de cosas”.
Explicó la presión inherente al club: “Es un club muy grande, tiene mucha presión y no es fácil jugar acá”, aunque enfatizó que esa exigencia es “para bien, porque te obliga a estar siempre arriba”.
Gracias a ese proceso, el equipo aprendió: “Con los golpes y las caídas fuimos aprendiendo, y hoy noto un equipo mucho más aplomado que al principio”.
Un factor clave en la superación de esta fase fue el apoyo del cuerpo técnico liderado por Carlos.
El capitán destacó: “Tenemos un entrenador y un cuerpo técnico que se la bancan de verdad”. Incluso hizo una comparación con el pasado: “Cuando nos tocó estar con Diego, quizás el mensaje fue otro, y el de Carlos es muy claro”. Concluyó que cuando hay convicción, todo se facilita: “Cuando tenés gente que cree, que confía, y está en el día a día, es mucho más fácil”.
Finalmente, relacionó la dura experiencia con los objetivos futuros: “Hemos aprendido muchísimo, porque te marca y te enseña. Pero hoy también estamos en zona de clasificación”. Su esperanza es que “los resultados acompañen para pensar solamente en el campeonato” y poder “cerrar el tema del descenso”.

























