Los números son claros: la irregularidad ha sido una constante en Instituto, Belgrano y Talleres durante la primera mitad del torneo Clausura.
Se recuerda aquel inicio con triunfo de Instituto ante Gimnasia y Esgrima, en La Plata, por 1 a 0, con un golazo de Alex Luna. El exjugador de Independiente mostró sus dotes como gran pateador al clavar un disparo desde fuera del área, y dejó entrever que sus conexiones con Damián Puebla y Gastón Lodico podían aportar dinámica y creatividad a la ofensiva, y un buen pasar a La Gloria.
Pero ese anuncio pareció diluirse con el transcurso del certamen, lo que derivó en una irregularidad que sigue vigente. Tuvieron que pasar siete partidos para que el festejo volviera a instalarse en Alta Córdoba. El 2 a 0 ante Argentinos Juniors le dio tranquilidad a una hinchada que reclama un rendimiento tan productivo como constante. Las derrotas por 0-4 frente a Unión y River Plate parecieron poner en jaque la confianza del público, marcando un subibaja pronunciado. ¿La campaña hasta ahora? Dos partidos ganados, tres empatados y tres perdidos: una buena síntesis.
Belgrano tuvo un comienzo similar al de Instituto. “El Chino” Zelarayán sacó la batuta bien temprano, y Mariano Troilo junto con “Licha” López cerraron los caminos de Huracán hacia Thiago Cardozo en Parque Patricios. El 3 a 0 expresó contundencia y despertó una ilusión que el paso del tiempo y de los partidos no logró sostener. ¿Lo más evidente? La ausencia de Troilo y su impacto en la respuesta defensiva, además del intento de tratar bien el balón, aunque sin contundencia. En sus últimos cuatro encuentros, el equipo sólo anotó un gol.
Desde aquel inicio, “los Piratas” marcaron apenas tres goles: para ganarle 2 a 1 a Banfield y para caer con dignidad ante Defensa y Justicia por el mismo marcador. El 0-3 frente a Central Córdoba de Santiago del Estero, en el Gigante, fue el golpe negativo más fuerte y el más difícil de asimilar. La muy buena propuesta en su triunfo ante Newell’s Old Boys por la Copa Argentina ayuda a que la respuesta discontinua en la Copa de la Liga sea más digerible. ¿Sus números? Igual que Instituto: dos partidos ganados, tres empatados y tres perdidos.
A diferencia de Instituto y Belgrano, Talleres comenzó el torneo con una derrota: cayó 2 a 1 frente a San Lorenzo en el estadio Kempes. Desde ese episodio, salvo la buena victoria en Avellaneda ante Independiente, sólo cosechó empates y derrotas. Culpas asumidas acompañaron un derrotero con abundancia de sinsabores. Carlos Tevez probó alternativas de todo tipo; algunos jugadores mostraron un nivel bajísimo. Talleres sólo pudo exhibir su mejor versión de manera ocasional, con escasas muestras de buen fútbol.

Esa imagen y los resultados adversos lo han depositado en el penúltimo lugar de la zona B, luchando a su vez con Aldosivi y San Martín de San Juan para evitar el descenso. Lo que al comienzo de 2025 parecía impensado, hoy es tema recurrente y sujeto a revisión permanente: la comparación de resultados fecha tras fecha con esos equipos se vuelve inevitable. Mientras tanto, los albiazules han convertido apenas tres goles, en una clara muestra de ineficacia y de falta de recursos individuales y colectivos para quebrar esa racha.
Con ese panorama gris, los tres equipos cordobeses buscarán la claridad de los triunfos que, si se producen de manera más continuada, otorgarían la imprescindible y clamada regularidad que los pondría en escalones superiores, evitando quedar eliminados en la primera fase.