El sueño de Instituto de nutrir de jugadores propios a su plantel profesional sigue tomando forma año tras año. Esta vez fueron 12 los jugadores que hicieron inferiores en la Gloria y que dijeron presente el día que arrancó la pretemporada que comanda el entrenador Pedro Troglio.
Además de ellos, hay varios futbolistas en el plantel por los que, si bien no pasaron por La Agustina, el club hizo un esfuerzo por comprarles al menos parte del pase.
Y entre los propios que ya trabajan bajo las órdenes de Troglio hay algunos a los cuales todavía los hinchas no los han visto en acción. Son juveniles que la institución busca potenciar y que poco a poco se van ganando su lugar.
Uno de ellos es el arquero Gerardo Larraya, quien trabaja a la par de Manuel Roffo, Joaquín Papaleo y Emanuel Síttaro.
El año pasado defendió el arco de la primera local, que dirigía Raúl “el Bocha” Maldonado.
Nació en San José de Metán, a 140 kilómetros de la capital salteña, en 2003. Empezó jugando de “9″ y, como suele pasar en estos casos, un día faltó el arquerito del equipo y se puso los guantes. Nunca más dejó el arco.
Es alto, estudia periodismo deportivo y se entrena con la ilusión de alguna vez poder debutar en la primera de la Gloria.
Otra cara poco conocida para muchos es la de Lorenzo Albarracín. Su nombre ya es familiar para los hinchas porque desde hace un par de años se habla de él como una de las joyitas en las inferiores.
“Lolo” tiene 17 años y supo ser citado a las selecciones juveniles. Junto con su hermano Juan Pablo, firmó contrato por tres años.
Juega en reserva, supo ir al banco en un partido de la última Liga Profesional y tiene una cláusula de rescisión de ¡U$S 10 millones!
“Es un delantero que juega por todo el frente de ataque, es muy rápido, tiene buena técnica y es físicamente un privilegiado”, supo contarle a este diario Antonio Fauro, su representante.
Lorenzo fue distinguido por La Voz con el premio Estímulo, es fanático de Lionel Messi y sueña con jugar en la selección argentina de Lionel Scaloni. Por lo pronto, ya se dio el gusto de ser convocado por Pablo Aimar en la sub-17.
Y otro que pide pista y que es seguido de cerca por Troglio es el delantero Matías Klimowicz, hermano de Luca e hijo de Javier.
“Llegué en el 2017 al club. Mi posición natural es ser ‘9′ de área. De chico, supe ser arquero en el torneo de El Doce para el Corazón de María”, le dijo tiempo atrás a La Voz el jugador de 18 años.
“Nací en Cuenca el 24 de marzo de 2007, ese año mi papá estaba jugando sus últimos años ahí (Deportivo Cuenca, campeón en 2004), y en el 2009 se fue para Emelec. Luego, nos vinimos a vivir para Argentina cuando tenía 6 años”, explicó Matías, primo de Mateo.
En inferiores de AFA de la Gloria, mostró un nivel muy alto con varios goles. Semejantes actuaciones le valieron tiempo atrás una citación a la selección sub-17 de Ecuador.
Por otra parte, un juvenil que comenzó la pretemporada es Ignacio Rossi, hijo del reconocido periodista Pablo Rossi (trabaja en La Nación+).
El delantero es categoría 2003 y es de Pilar, provincia de Buenos Aires.
Hizo gran parte de sus inferiores en Tigre, donde llegó a jugar en cuarta división y hasta integró la reserva del conjunto de Victoria.
El año pasado, jugó la Copa Proyección para Instituto; ahora sería cedido a préstamo a Defensores de Belgrano con la intención de que sume rodaje.
Junto con él también se iría el lateral derecho Agustín Massaccesi, quien directamente no comenzó la pretemporada en Instituto.