Los socios de Instituto que coparon su estadio en la noche del martes a pesar del día y la temperatura se fueron con las manos rojas de aplaudir. Y no justo por el frío. Sino por un equipo que parece haber entendido cómo hay que jugar para sostenerse en Primera División.
Contra un Lanús que está considerado un equipo de elite en el fútbol argentino, la Gloria jugó un partido de igual a igual que debió ganar y terminó haciéndolo sobre el final con un gol agónico. Sí, porque hizo los méritos y tuvo las chances. Por eso, su gente les reconoció a los jugadores y al entrenador Diego Dabove la intención, el rumbo. El Albirrojo cerró así su performance de local en esta Liga Profesional. Y está claro que el camino es éste. Está con 32 puntos en 26 partidos y fuera de zona de descenso. Es el objetivo y será así hasta el final. Como lo fue Lanús, una batalla.
El dato no es menor: del 11 titular que arrancó el partido anoche ante Lanús, había ocho jugadores que vienen de la campaña anterior y de conseguir el ascenso. Sólo Roffo, Lodico y Martínez llegaron para jugar en Liga Profesional. En la fecha final de esta Liga Profesional, la 27, el Albirrojo visitará el domingo, a las 20, a Godoy Cruz para tratar de terminar lo más arriba posible el torneo.
Una exigencia “máxima”
El entrenador Dabove ya había avisado que Lanús iba a representar una “exigencia máxima” para las aspiraciones de Instituto en esta Liga Profesionales. Y el análisis de los primeros 45 minutos debería dejar más que satisfecho al propio entrenador y a todos los que siempre le piden “un poco” más a la Gloria.
Es que Instituto realmente le compitió de igual a igual a un equipo “top cinco” del certamen, con jugadores de muchísima jerarquía como De la Vega, “el Loco” Díaz, Esquivel o el zaguero Lema. La Gloria tuvo un mano a mano inmejorable a los cuatro minutos que no supo definir Santiago Rodríguez. Luego metió un golazo gracias al un remate lejano del “Tano” Graciani, a los 28.
Y Franco Watson tuvo otra jugada personal tremenda que lo dejó frente a frente al arquero rival Morales, pero en lugar de ceder el gol a “Maravilla” Martínez avanzó un poco más y lo taparon. El recuento vale para destacar que el Albirrojo tuvo tres situaciones claras de gol ante un rival poderoso, que tardó en acomodarse en el Monumental.
Y que encontró el empate gracias a la jerarquía de un jugador de ritmo europeo como “Pepo” De la Vega. Así, el primer tiempo terminó igualado 1 a 1 aunque si la Gloria se iba 2-0 nadie podría haber dicho que “estaba mal”. Pero, claro, en Liga Profesional las oportunidades hay que aprovecharlas. Así, todo quedaba abierto para el complemento.
Para el segundo tiempo, Lanús copó la posesión de la pelota y empezó a obligar a Instituto a soportar sus embates. El elenco de Kudelka manejaba la redonda y acercaba cada vez más a Roffo. Fue justo ahí cuando por una irresponsabilidad de Esquivel, la visita se quedó con 10. Y cambió el partido. Desde allí al final, el local lo buscó por todos los medios.
Hubo que esperara hasta el final para que fuera “a lo Instituto”. Una media vuelta mágica de “Maravilla” cerró un triunfazo hermoso. Es por acá, Instituto. Es por acá.
