El plantel de Instituto se entrenó este miércoles en La Agustina con la mira puesta en un duelo clave: la visita a Sarmiento de Junín, este domingo desde las 19.20, por la penúltima fecha del Clausura.
La Gloria llega con una doble misión: asegurar de una vez por todas la permanencia y estirar el sueño de meterse entre los 16 que pelearán por el título.
Desde lo matemático, el descenso ya no debería ser una preocupación. Para que eso ocurra tendría que suceder una “catástrofe” futbolística: Instituto debería perder los dos partidos que le quedan y, además, darse una cadena de resultados poco probables.
Con apenas un punto más, el equipo de Daniel Oldrá sellará su continuidad en la máxima categoría sin depender de nadie.
El desafío, entonces, pasa por otro lado. El equipo necesita ganar los dos encuentros que le quedan para tener chances de clasificarse a los playoffs. Y aunque el rendimiento no invita a los grandes sueños, el fútbol siempre deja una rendija abierta para la fe.
Asoma al menos un cambio en Instituto
Para el partido en Junín, Oldrá podrá volver a contar con Stéfano Moreyra, quien cumplió su fecha de suspensión por acumulación de amarillas.
El mediocampista podría regresar al once inicial en lugar de Ignacio Méndez, aunque el DT esperará las próximas prácticas antes de confirmarlo.
También se evaluará la situación de Damián Puebla, que se recuperó de un esguince de tobillo y volvió a trabajar a la par del grupo. Si responde bien, podría volver a concentrar tras varios partidos ausente.
Sarmiento, rival necesitado
Del otro lado estará Sarmiento, un rival directo que también busca escapar del fondo y colarse en zona de playoffs.
Los de Junín sumaron apenas un punto de los últimos nueve y llegan con la presión de ganar.
En el equipo juega Santiago Rodríguez, delantero con pasado en Alta Córdoba, un condimento extra para el encuentro.
Instituto sabe que no hay margen de error. Lo que queda en juego es orgullo, futuro y un sueño que aún respira. Y como cada vez que se pone la roja y blanca, La Gloria saldrá a buscar la suya, aferrada a la esperanza y a la necesidad de creer que, mientras haya una posibilidad, todavía se puede.
