La palabra está tatuada en su cuello, con letras negras y en un tamaño importante. Mientras Damián Batallini (28 años, oriundo de Don Torcuato, en Buenos Aires) habla y se ríe, se lee clarito la tinta en su cuerpo que dice: “RESILIENCIA”.
Según Google, la palabra que “Bata” eligió como símbolo de su vida, para llevar en la piel, significa: “Es la capacidad de adaptarse y superar situaciones adversas, perturbadoras o traumáticas. Una persona resiliente puede afrontar eventos difíciles”.
El número “11″ de Instituto sin dudas es un tipo que ha logrado sortear situaciones difíciles y duras a lo largo de su carrera.
Le pasó antes y también al llegar a Instituto, cuando tuvo una lesión apenas pisó las canchas de La Agustina.
Tuvo que operarse y esperar mucho tiempo para debutar con la camiseta de la Gloria, escuchando y leyendo en redes sociales críticas duras como las que decían que “vino roto”.
Su arribo fue una gestión del mánager Federico Bessone, quien contó con la anuencia del por entonces entrenador Diego Dabove, con el que Batallini había logrado su mejor versión en Argentinos Juniors.
Eso fue hace no muchos años, en 2019 y 2020, cuando sonó fuerte para ser refuerzo de Boca en varios mercados de pases. Argentinos llegó a pedir 10 millones por su pase.
Una locura de dinero para un pibe criado en barrio Don Torcuato en Buenos Aires, donde jugaba picados más que picantes.
Aunque su sueño era ser jugador profesional para salvar a su familia.
“Arranqué en Armenio, cerca de casa. Después me probé en River. Estuve seis meses. Era un chico humilde y no me sentía cómodo. Venía de un lugar donde no había conitos y poníamos botellas. En River me daban la ropa, todo, pero el clima no me gustaba. Volví a Armenio y un día mi hermano me dijo: ‘Vamos a probarnos a Argentinos’. Quedé, pero al tiempito dudé. Estaba muy lejos del Bajo Flores. Quise dejar, pero mi familia fue clave. Si quería vivir del fútbol, me tenía que esforzar. Por suerte les hice caso”, narra.
De Argentinos al mundo
Batallini fue uno más de esa inagotable cantera que es Argentinos Juniors. Logró llegar a Primera y se fue destacando hasta explotar de la mano de Dabove.
Eso le permitió ser transferido al Atlético San Luis de México, donde no terminó de adaptarse y jugó apenas 20 partidos.
Regresó al país en 2022 para ponerse la camiseta de Independiente, donde su arribo generó mucha expectativa. Disputó 22 partidos, marcó tres goles y volvió a México, para jugar ahora en Necaxa (13 partidos, un gol).
En 2023 fue un refuerzo estrella de Colón de Santa Fe, donde no logró evitar el descenso.
Y tras volver a Argentinos en 2024, apareció la oportunidad de buscar recuperar su carrera en la Gloria, justamente con Dabove.
Pero esa lesión en su rodilla (le hicieron una artroscopia en la rodilla izquierda), apenas llegó, truncó esa chance.
De todas maneras, se recuperó y terminó jugando el semestre pasado, con altas y bajas.
Troglio, pretemporada y recuperación
El arribo de Pedro Troglio cambió el panorama en Instituto para 2025. Y junto al nuevo DT llegó el PF Pablo Martín, que lo acompaña desde hace 20 años.
Este nuevo PF ha sido fundamental en una pretemporada que le cambió el chip a todos los jugadores de la Gloria y los potenció.
Troglio pide una presión alta y muy intensa para sus equipos y había que adaptar físicamente a los futbolistas para que pudieran hacerla.
Todo esto calzó justo para Batallini, que pudo por fin hacer una pretemporada completa y además dejó atrás una fascitis plantar que lo venía molestando en el cierre de 2024.
Un combo perfecto para tener esta explosión en el inicio del Torneo Apertura 2024.
Fue figura ante Gimnasia, River y Vélez, donde marcó un gol muy esperado y merecido. Se fue aplaudido por todo el Monumental.
“Tuve la mala suerte de que cuando llegué me lesioné y no pude hacer la pretemporada completa. Esta vez lo pude hacer y me siento bien. Para mi juego estar bien físicamente es fundamental y voy por ese camino”, declaró “Bata” esta semana, tras vencer a Vélez, en medio de un gran clima.
El grupo humano que logró armar Troglio es clave y Damián se reencontró con jugadores que conoce de Argentinos como Alexis Mac Allister, con quien tiene una gran amistad.
Además, es muy cercano a Fernando Alarcón y Facundo Suárez, dos jugadores que lo apuntalaron en los malos momentos.
“Venimos bien. Hicimos un buen partido con Gimnasia y arrancar de esa manera nos dio confianza. La idea de Pedro (Troglio) se está viendo en cada partido. Jugamos con intensidad, sacrificio. Ojalá sigamos de esta manera. Esto no es algo individual sino colectivo. Todos estamos haciendo las cosas muy bien, hasta los que no les toca jugar tiran para adelante y eso es muy importante. Sabemos que tenemos un gran grupo, que llegaron jugadores importantes que se adaptaron rápido el club. Esto es partido a partido, paso a paso, hay que tener los pies sobre la tierra. Todos los partidos son una final”, agregó “Bata”.
Este domingo, Instituto visitará a Platense en Vicente López desde las 17 y luego el tocará jugar en Santa Fe ante Unión (jueves 13, a las 22.15)
Todos saben que el camino es largo, pero es clave que Troglio haya recuperado a jugadores como Batallini, Alarcón, Lodico o el propio Suárez, todos en muy buen nivel en 2025.
“Pedro nos pide que cuando estemos atacando no miremos la jugada sino que marquemos al rival, porque podemos perder la pelota y se viene un contragolpe es importante estar bien parado. La intensidad que estamos teniendo hace que nos lleguen poco y atacar rápido. Hay que tratar de sacar los tres puntos siempre en nuestra cancha y de visitante, mejorar que es lo que nos costó bastante el año pasado. Nosotros a cada cancha vamos a jugar con la misma idea de juego. En el Monumental no nos tiramos atrás y eso nos tiene que dar un parámetro de que podemos hacerlo y estamos bien”, completó “Bata”.
En cada partido, la gente se levanta de las butacas para aplaudirlo por su entrega, por su coraje y porque, además, a todo eso le suma fútbol y jerarquía.
Sin dudas, Batallini ha sido un “refuerzo” para Instituto en 2025. Y la Gloria lo disfruta.
