En el corazón futbolero de Alta Córdoba, un nombre resuena con fuerza en los pasillos de Instituto: Jeremías Lázaro.
Con tan solo 20 años y desempeñándose como extremo ofensivo, este joven talento acaba de vivir un momento trascendental en su incipiente carrera al disputar su primer partido como titular en condición de local.
La alegría por este hito personal se entrelaza con un ambiente de expectativas y cambios en el club, marcado por la reciente llegada del nuevo director técnico, Daniel Oldrá.
Lázaro no ocultó su felicidad por el presente que atraviesa. En la previa del partido ante Rosario Central, de este domingo a las 20.30, se lo percibió “contento por el rendimiento del equipo” y especialmente por haber “debutado en mi primer partido de titular en Alta Córdoba con mi gente, con mi familia”.
El sabor dulce de la victoria en casa 3-0 ante Riestra, con el apoyo incondicional de sus seres queridos y la hinchada, es un impulso anímico importante para “Jere”, que seguiría en el 11 titular en Rosario.
Lázaro destacó la fortaleza del equipo para superar los momentos adversos y conseguir importantes puntos. Su contribución en el último encuentro no pasó desapercibida, incluyendo dos asistencias que demuestran su capacidad para generar peligro en el ataque.
“No nos venían saliendo los resultados, pero el equipo se hizo fuerte y pudimos sacar esto adelante con el apoyo de nuestra gente, los compañeros, y demostrar de lo que somos capaz”, comentó.
Lázaro, con humildad, reconoce su labor en el campo: “Estoy contento por haber dado esa mano al equipo, la verdad”.
Precisamente, la llegada de Daniel Oldrá genera un optimismo palpable en el ambiente del club y en el propio Lázaro.
El joven extremo expresó una “sensación de felicidad” ante la incorporación de un técnico de la trayectoria y el estilo de Oldrá, considerándolo “muy bueno para el club”.
Aunque el cambio fue “repentino”, Lázaro confía en que Oldrá llega para “dar una mano” y que su experiencia será fundamental para el equipo.
“Me genera una sensación de felicidad su llegada, tener un técnico de ese estilo para el club es muy bueno. Fue repentino, pero viene a dar una mano y será lo mejor para nosotros. Sabemos que es un gran técnico y daremos toda nuestra predisposición para hacerle las cosas más fáciles y todo sea mejor para nosotros”, dijo “Jere”.
Un aspecto que ilusiona especialmente a Lázaro es la reputación de Oldrá por dar oportunidades a los juveniles. “En Godoy Cruz hacía jugar muchos pibes, los hacía debutar”, recuerda Lázaro, quien confía en que esta característica del nuevo DT le brindará un apoyo importante en su desarrollo: “Me va a ayudar mucho en ese sentido desde su lado de la experiencia”.
En el horizonte inmediato, Instituto tiene un desafío de gran magnitud: visitar a Rosario Central por la fecha 14 del Torneo Apertura.
Lázaro reconoce la dificultad del encuentro, especialmente considerando el gran momento de Central como local y las dificultades que ha enfrentado Instituto como visitante.
Sin embargo, el equipo se prepara con la convicción de que pueden “jugar de igual a igual”.
“Todos los partidos son difíciles. Sabemos que va a ser una final más. La idea nuestra va a ser siempre ir con el buen juego, pelota larga, tratar de aprovechar a los extremos rápidos y al Gato (Lodico) que está en un buen momento. Con nuestras armas vamos a ir a darle pelea a quien sea”, dijo.
Finalmente, Lázaro destaca el rol fundamental de su familia en este momento de su carrera. El poder compartir su debut como titular con su pequeña hermana en el campo de juego fue un sueño hecho realidad. El apoyo incondicional de su padre Ezequiel (ex jugador del club), a quien describe como un “fenómeno” y una “maravillosa persona”, le brinda la tranquilidad necesaria para afrontar los desafíos del fútbol profesional.
Con un presente prometedor y la ilusión renovada por la llegada de Daniel Oldrá, Jeremías Lázaro se erige como una de las jóvenes promesas de Instituto.
El encuentro ante Rosario Central será una prueba exigente, pero también una oportunidad para que Lázaro siga demostrando su valía.
