El apellido Panichelli volvió a sonar fuerte en el fútbol europeo. Y, esta vez, con gol incluido. En su primer amistoso con la camiseta del Racing de Estrasburgo (Francia), el delantero cordobés Joaquín Panichelli se presentó de la mejor manera: marcó el único tanto de su equipo en la derrota 2-1 frente al Udinese de Italia, en un duelo de preparación de pretemporada.
Panichelli, de 22 años, llegó a la Ligue 1 procedente del Mirandés de la Segunda División de España, donde completó una campaña que lo puso en el radar de varios clubes del continente. Finalmente fue el club francés –propiedad del consorcio que también administra al Chelsea inglés– el que apostó fuerte: pagó 16 millones de euros por su pase.
La transferencia no solo representa un salto en la carrera del futbolista, sino también un impacto positivo para varias instituciones del fútbol cordobés. Gracias al mecanismo de solidaridad de la Fifa, clubes como Atalaya, Racing de Nueva Italia y Belgrano recibirán un porcentaje por haber formado al jugador entre los 12 y 23 años.

Atalaya, por ejemplo, cobrará 200 mil euros; Racing, donde dio sus primeros pasos, 120 mil; y Belgrano, 40 mil. A su vez, River Plate –que además conservaba un porcentaje del pase– embolsará 3.2 millones de euros y mantiene un 20% de una futura venta.
River fue también el club que potenció su perfil como delantero. En Núñez, el cordobés de 1,86 metros dejó de ser enganche para convertirse en un “9” con buen juego aéreo, técnica y presencia en el área. Cualidades que hoy lo posicionan como una alternativa a seguir para el cuerpo técnico de la Selección Argentina que encabeza Lionel Scaloni.
Panichelli es hijo de Germán, ex delantero de Instituto, Villa Dálmine y River en los años ’80. Y con este presente, ya comenzó a escribir su propia historia en Europa.
Apareció en Estrasburgo con el olfato intacto. Uno, debut y gol. De Nueva Italia a Francia, con escala en Núñez y sueños albicelestes. En Córdoba lo formaron, en River lo pulieron y ahora Europa lo mira con lupa. Panichelli mete, factura… y sigue subiendo. Con apellido de gol, y hambre de más.