Huracán perdió la final del Torneo Apertura ante Platense por 1 a 0 en Santiago del Estero, con ese gol del cordobés Guido Mainero que será inolvidable.
Y claro que todos los flashes siguen apuntando al Calamar, por su logro histórico.
Pero en el perdedor también hay historias y una de ellas es la de su entrenador, el también cordobés Frank Kudelka, oriundo de la localidad de Freyre.
Kudelka estuvo presente en el prestigioso programa F90 de ESPN donde brindó una larga entrevista. Allí dejó en claro su tristeza, pero que seguirá peleando por más logros con el Globo.
“Hoy estoy más abatido que ayer. Ayer fue lunes. Llegué con tristeza y con mucho pensamiento de todo esto que estamos hablando. Hoy me levanté con dolor y bronca de no haberlo logrado. Como tendrá el hincha. Necesitaba descargarme y llorar, lo hice, pero con mucha bronca. El pasito al logro era tan pequeño… Por más pequeño no deja de ser dificultoso, porque el rival quería lo mismo. Le agradezco a Huracán por permitirme jugar una final. Estoy orgulloso de mis jugadores”, dijo el ex Talleres.
Luego, entre los muchos temas que tocó, habló del delantero cordobés Ramón “Wanchope” Ábila, un símbolo de Huracán que no tuvo muchos minutos en el último tiempo.
El ex Instituto, de 35 años, asumió un rol distinto, lejos del protagonismo goleador de otros tiempos. Más propio de su veteranía.
Y eso fue muy elogiado por Kudelka.
“Wanchope está ubicado en tiempo real. Con Ramón yo tengo una relación que va mucho más allá de este momento. Recuerdo que yo estaba en Instituto y lo traje a Huracán...Bah, lo traje... Dije: ‘vayan a buscarlo’. Tengo una relación hermosa con él. Indudablemente cuando uno está en el rol de técnico y otro en el de jugador, por ahí no te encontras. Por ahí como con tu propia familia. Pero eso no caduca lo otro. Para nada”, dijo su entrenador.

Y agregó: “Encontramos en él alguien no gustoso, porque no jugaba, aceptando las decisiones de alguien que sabe que lo quiere mucho, pero no lo estaba poniendo y cumpliendo un rol extraordinario para con sus compañeros. Extraordinario. Yo creo que es una forma de transitar muy bien su carrera, en este caso del jugador, más allá de lo que te toque. Me han tocado otro tipo de situaciones totalmente opuestas, que son entendibles también. En este caso, es muy rica desde lo humano”.