Boca Juniors concretó este sábado el tercer intento frustrado de alzarse con la ansiada séptima Copa Libertadores de su historia, tal como sucedió en 2012 y 2018, lo que le impidió alcanzar a Independiente como el club más ganador de la historia del torneo.
En el estadio Maracaná de Río de Janeiro, el “Xeneize” buscaba una revancha que finalmente se postergó por la victoria 2-1 de Fluminense de Brasil, que se transformó en el 26to. campeón de América desde la creación de la Copa.
Boca lleva 16 años esperando la ansiada “Séptima” desde su última coronación ante Gremio de Brasil, en una serie final con un marcador global de 5-0, en el que Juan Román Riquelme se anotó con tres tantos: uno en la ida (3-0), de local, y dos en la revancha (2-0), de visitante.
En la última Libertadores de Román, en 2012, Boca perdió la primera final de la mala racha vigente ante Corinthians, otro equipo brasileño que hasta ese momento no tenía la condición de campeón de América.
Seis años después se produjo el antecedente más doloroso para el mundo boquense con la derrota en la histórica definición ante River Plate en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.
Y esta tarde en el Maracaná, con el apoyo de más de 30.000 hinchas, el equipo de Jorge Almirón tampoco alcanzó el objetivo, luego de ser superado en diversos pasajes por Fluminense.
Riquelme, ya en función dirigencial, sufrió una nueva desilusión, del mismo modo que Almirón, quien perdió su segunda final personal tras caer con Lanús ante Gremio en 2017.