Cuando las sombras de la noche le iban ganando a los últimos rayos de luz en Alberdi, el panorama de las calles en los alrededores del Gigante no era el mismo de siempre. Una tensa calma se podía palpar entre los hinchas que llegaban presurosos al Julio Villagra para lograr ganarle tiempo al extraño horario del partido.
Entre los rumores de la partida de Pablo Vegetti y un entrenador que no ha logrado encajar buenas actuaciones en las últimas fechas, la gente arribó sobre la hora y trató de que fuese un partido más, pero esto se dio hasta el momento del inicio del juego, porque desde allí en adelante, los nervios le fueron ganando a la paciencia.
El resultado manda en el ánimo del hincha y estuvo claro a lo largo de los 90, porque el 0 a 0 con Central fue tenso, sin que nadie se soltara en las gradas y más allá de cantar de a ratos, los nervios fueron muchos.
Vestido de negro, Farré se paró contra la línea, dio indicaciones y esperó que sus jugadores respondieran de la mejor manera. Hubo un avance en la entrega, pero nada en el juego.
Se escucharon cánticos contra los rosarinos y las habituales cargadas furboleras, pero la falta de juego y algunas fallas en el retroceso hicieron que los plateístas mostraran su descontento con epítetos subidos de tono. Pero no demasiados.
El partido se fue por un carril cargado de imprecisiones y de falta de emociones que no solamente aplacó los ánimos del público, en especial en la etapa inicial. Cuando los de Celeste no lograron hilvanar pases hacia adelante, cuando la pelota salió desde el fondo sin destino y hasta fuera del campo, la resignación le ganó al fastidio.
Desde la cabecera norte se propusieron cantar sin parar y buscar un contagio general, pero apenas lo lograron en ratos. Se escuchó el clásico “ponga huevos Belgrano ponga, que esta noche cueste lo que cueste tenemos que ganar”.
El avance de los minutos, los juveniles en cancha y el empate casi sin remates sobre los arcos volvió a encender a la gente por segundos y se escuchó “el que quiere a Belgrano tiene que alentar, en las buenas y en las malas mucho más”.
El equipo fue al frente y sin claridad, pero al menos intentó hasta que las piernas le dijeron basta a muchos jugadores.
No hubo mucho más en la noche de Alberdi. Aplausos sobre el final por la entrega de los jugadores y porque se sumó un punto en la búsqueda de la permanencia.
Ahora, todos miran para adelante.
El resumen de la TV de Belgrano 0-Rosario Central 0
