El próximo domingo, la Bombonera será testigo de un momento especial en la carrera de Leandro Paredes. Campeón del mundo con la Selección Argentina y una de las vueltas más celebradas del último tiempo, el mediocampista de 31 años vivirá su primer Superclásico como titular, un hito que, pese a su extensa trayectoria internacional, aún no había logrado tachar en su historia personal.
Paredes ya sabe lo que es enfrentar a River Plate, aunque sus recuerdos lo transportan a una etapa muy distinta de su carrera. Su primer duelo fue el 28 de octubre de 2012, en el Monumental, cuando Julio César Falcioni decidió mandarlo a la cancha con apenas 18 años y 385 minutos en Primera. Boca caía 2-1, y el juvenil no se escondió: participó en la jugada que terminó con el gol agónico de Walter Erviti, que selló el 2-2 final.
El segundo cruce llegó meses después, bajo la conducción de Carlos Bianchi, en un empate 1-1 en la Bombonera. Aquella vez ingresó en el segundo tiempo en lugar de Lautaro Acosta, en un partido cerrado y de alta tensión. Desde entonces, la vida futbolística del volante nacido en San Justo dio un giro total: Roma, París Saint-Germain, Juventus, la consagración en el Mundial de Qatar 2022 y, más de una década después, el regreso al club de sus amores.
Hoy, el presente lo encuentra con una madurez distinta y un liderazgo consolidado. Capitán y voz de mando dentro del vestuario, Paredes será el eje del mediocampo xeneize en el duelo ante River. Su precisión en los pases, su pegada y su lectura táctica lo convierten en una pieza clave para el esquema de Claudio Úbeda, que buscará dominar el ritmo del juego desde la experiencia y la jerarquía.
A horas de vivir un partido con un significado emocional único, Paredes tiene la oportunidad de cerrar un círculo futbolístico que comenzó hace más de diez años. Por primera vez, saldrá desde el túnel de la Bombonera como titular en el Superclásico más pasional del país, listo para escribir una nueva página en su historia con la camiseta azul y oro.
























