Argentina escribió una de sus páginas más gloriosas con un imponente 4-1 a Brasil en Buenos Aires, por la fecha 14 de las eliminatorias sudamericanas. ¿Cuáles fueron las claves? Este es el análisis de La Voz.
EL ARRANQUE FURIOSO. Argentina salió a jugar casi que para contestarle a Raphinha que había prometido “una paliza” en la previa. El equipo de Scaloni se comió crudo en esos primeros 15 minutos a un rival que parecía amateur, que no podía siquiera tocar la pelota. Le hizo dos goles de gran factura colectiva.
LA SANGRE JOVEN. Más allá de que el equipo tiene una base de futbolistas que no son veteranos para nada, como De Paul, Paredes, Fernández o Mac Allister, los más jóvenes también le ponen su sello al equipo. La aparición de Thiago Almada es un tesoro para el equipo de Scaloni. Simeone metió el 4-1, desde el banco.
UN EQUIPO QUE ENTIENDE LOS MOMENTOS. Argentina juega bien en todas las facetas de un partido, todos defienden, a atacan los que tienen que atacar y la pelota siempre es bien tratada. Y supo acomodarse tras el error del “Cuti” que generó el 2-1. Sabe cómo jugar estos partidos. El 3-1 acomodó la estantería.