La selección femenina récord: 32 mil personas en el Kempes para Argentina-Venezuela

Una movida descomunal (que cada vez es más común) vivió el fútbol femenino argentino este jueves en el estadio Mario Alberto Kempes. La selección enfrentó a Venezuela en el marco de un amistoso de preparación para el Mundial (del 20/7 al 20/8 en Australia y en Nueva Zelanda).

Y aquí en Córdoba se dio un hecho para la historia: el récord de asistencia de público en el país para un evento de este deporte en su variante femenina. “32 mil personas en la cancha”, calculó la Agencia Córdoba Deportes, uno de los organizadores del cotejo.

¡RÉCORD DE PÚBLICO EN ARGENTINA PARA UN PARTIDO DE FÚTBOL FEMENINO! 31.800 personas dijeron presente en el Kempes para el amistoso internacional entre Argentina y Venezuela.

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— SportsCenter (@SC_ESPN) April 7, 2023

Según esa cifra, es una marca para la historia. Porque el mejor registro era propiedad de Belgrano, en el Gigante de Alberdi, para el partido que le dio el ascenso a la Primera A de la AFA en 2022.

Para el Argentina-Venezuela, la entrada era accesible: $ 1.500. Muchas personas incluso intentaron comprar localidades en las boleterías del Kempes, donde no se vendían.

Así de grande era la expectativa para ver de cerca al equipo que buscará ante Italia, ante Suecia y ante Sudáfrica su primera victoria mundialista. En las anteriores tres participaciones ecuménicas, las albicelestes no pudieron sumar de a tres.

“Ahora nos volvimos a ilusionar”: la movida en el Fan Zone del Kempes

Se dispuso de una Fan Zone en el acceso a las plateas Ardiles y Gasparini (no se habilitaron las cabeceras Artime y Willington). En ese sector había música en vivo, show de acrobacias futboleras gracias a Naldo y varios pibes cordobeses que hacían malabares. Lo de acrobacia no es exageración: brillaron los hermanos Masi, Mateo y Maximiliano.

En el trayecto de la Fan Zone se escuchaba la música en vivo de La Player, que hacía el deleite con cumbia canchera que se bailaba lindo y parejo.

También había un espacio para brindar información sobre el programa Mujeres a la Cancha, perteneciente al Ministerio de la Mujer y la Agencia Córdoba Deportes. El objetivo del programa es “visibilizar la inclusión de mujeres en los ámbitos ligados al fútbol y garantizar la igualdad de condiciones y oportunidades en todos los ámbitos deportivos”, se explicó oficialmente.

Selección argentina de fútbol enfrentando a Venezuela en el estadio Mario Kempes en el marco de un amistoso de preparación rumbo al Mundial 2023. (Javier Ferreyra / La Voz)

En ese contexto fueron invitadas más de 500 escuelas deportivas. Y fue posible ver remeras de clubes de Córdoba y también de otra provincia. Las integrantes de esas escuelas armaron algo que en fútbol masculino no se ve: minirrondas en las que se jugaba a no dejar caer la pelota.

Eran círculos de cinco a 10 jugadoras que se prendían en el desafío. Y se armaban rondas para ver esas rondas. Golazo de una movida que le dio un clima impresionantemente festivo.

Es que el ambiente del fútbol femenino estaba en el Kempes. Se vio a jugadoras cordobesas que están en equipos de otras partes del país, como Catalina Ongaro, de UIA Urquiza, uno de los clubes referentes de la escena argentina.

En ese ir y venir de gente se vio a Clara Gramaglia, hermana de Paulina, la crack de 20 años que tiene el seleccionado. Las familias de las jugadoras estaban felices admirando el marco en el que las suyas iban a jugar al fútbol con la remera de la selección.

Entre los emocionados, estaban los Bonsegundo. Eran “una banda” que había venido de Morteros. Alcides, el papá. La hermana Elda, los hermanos Joaquín y Franco, que se animaron a bromear ante La Voz sobre que ellos le “habían enseñado a jugar a Florencia”. Los jajá siguieron a esa afirmación.

Entre esa familia estaba alguien que es de la familia: José Luis Bramado, el entrenador que la “descubrió”. Había notado el talento de “Flor”, que se destacaba en equipos mixtos.

En esa afluencia estaba parte del plantel del Belgrano. Y si estaba el plantel de Belgrano, estaba su símbolo: “la Pepa” Romina Gómez, quien también se animó ante La Voz a decir que estaba para unos minutos en el seleccionado. Y, obvio, aparecieron los “jajajá” buena onda.

Y llegaron el momento del ingreso de los equipos, el instante del Himno (cantado por la niña cordobesa Alma Zarza) y el sonar de los alientos futboleros gritados por mayoría de futboleras. Las damas fueron más en las tribunas. Como nunca se vio. Y como se está viendo cada vez más.