Pep Guardiola dejó una fuerte reflexión tras su primera temporada sin títulos desde 2017. En una entrevista con Reuters, recogida por Europa Press, el entrenador del Manchester City confesó que necesita sentir el golpe de la derrota y vivirlo intensamente para seguir creciendo.
“Quiero sufrir cuando no gano partidos. Quiero sentirme mal. Quiero dormir mal. Quiero que cuando la situación empeore, me afecte... ¡Quiero eso!”, soltó el técnico catalán, en un testimonio crudo que humaniza al multicampeón.
Guardiola, alejado del pedestal del “genio invencible”, explicó que atraviesa los malos momentos con intensidad:
“Estoy enojado, mi comida sabe peor... No necesito comer mucho porque necesito sentir esa ira. Porque si no, ¿qué sentido tendría? Ganar o perder... Estamos en este mundo para vivir experiencias diferentes, estados de ánimo diferentes”.
Además, cuestionó el paradigma de éxito atado únicamente a los títulos:
“Juzgas la felicidad si ganas. Juzgas el éxito si ganas y ganas. Y eso es un problema. No me juzgaré a mí mismo ni a mi equipo por las malas o las buenas temporadas. Tal vez terminar tercero en una temporada y nunca rendirse, de lo contrario terminar décimo o duodécimo, tal vez esa sea una mejor temporada que cuando ganamos la cuarta Premier League consecutiva”.
Guardiola repasó los desafíos que enfrentó en el último curso, marcando las lesiones y la falta de intensidad como puntos clave.
“Nos enfrentamos a muchas dificultades, que se agravaron por lesiones, relajación”, admitió. Y fue autocrítico con su labor: “Considero que mi nivel en el banquillo no fue el adecuado por muchas razones”.
A pesar de todo, valoró la clasificación a la próxima Champions: “Quizás el análisis de mi etapa sea que la temporada pasada fue mejor. Clasificamos para la Champions cuando estábamos a punto de no conseguirla”.
En uno de los momentos más llamativos, Guardiola bajó del pedestal al concepto de “ganador”:
“Los ganadores son aburridos. Es bonito ver a los perdedores. Ahí es cuando realmente se aprende. ¿Creen que me siento especial por haber ganado tantos títulos? ¡No! ¡Olvídense! Siento que especial es el médico que salva vidas. Quienes inventaron la penicilina. Eso es un genio. ¿Yo? ¿Genio? ¡Vamos!”.
Y si bien dejó en claro su capacidad como entrenador, relativizó el rol del mérito individual en sus éxitos:
“No quiero fingir humildad: ¡claro que soy bueno! Lo estoy demostrando a lo largo de muchos años, pero el éxito que tuve me llevó a ser elegido para liderar a Lionel Messi y a los demás, para estar en ese tipo de lugares, formé equipos increíbles... Pero otros entrenadores, en el momento justo, en esa posición, tal vez podrían haber hecho lo mismo”.
Sobre la presión de dirigir en la élite, Guardiola fue contundente: “El estrés siempre está ahí porque te juzgan todos los días, pero nadie me puso una pistola en la cabeza para obligarme a elegir este trabajo. No hay ningún profesional del fútbol que gane siempre, porque es simplemente imposible. Hay que aceptarlo, mejorar, aprender y habrá buenos aprendizajes para el futuro”.
Finalmente, pensando en lo que viene, el técnico del City ya pone la mira en el Mundial de Clubes:
“Jugar bien, crear buen ambiente, buen espíritu de equipo”, dijo sobre sus objetivos. Y agregó: “Intentar que los nuevos jugadores aporten la energía que el equipo necesita para levantarse de nuevo. Y al final, podremos levantar trofeos”.