El expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, ratificó ante un juez que la jugadora Jenni Hermoso le dio su consentimiento para el beso durante la ceremonia de premiación de la final del Mundial femenino 2023.
Rubiales enfrenta acusaciones de agresión sexual y coacción, por intentar restarle importancia al beso que causó gran indignación en España y empañó las celebraciones del primer título mundial del equipo femenino.
“Le pregunté si le podía dar un besito y me dijo: ‘Vale’”, declaró Rubiales el martes. “Cuando terminamos el abrazo, y tras darme permiso, le agarré la cabeza con las manos. Primero fue la pregunta, luego la respuesta y, después, el beso. Fue como darle un abrazo. Estoy totalmente seguro de que ella dio su aprobación”.
Sin embargo, Hermoso había declarado la semana pasada, en el primer día del juicio, que no consintió el beso.
Rubiales admitió que el beso fue un error y que actuó más como un exjugador que como el presidente de la federación en ese momento.
“La señora Hermoso sabe, como yo, que yo le pregunté y ella dijo ‘vale’”, insistió Rubiales. “He pedido perdón porque tenía que haber estado más en un plano institucional, pero la señora Hermoso sabe lo que pasó, le pregunté y ella respondió”.
El expresidente de la RFEF también indicó que se le pidió a Hermoso que minimizara el beso debido a una crisis institucional en la federación y que era común que sus colaboradores intentaran calmar la situación.
Rubiales negó haber presionado a Hermoso. Aseguró que, en ese momento, ella no le dio mucha importancia al beso y destacó que cuando la jugadora se negó a grabar un video con él, aceptaron su decisión y tomaron las medidas necesarias, como la publicación de un comunicado con los comentarios de Hermoso en los medios locales.
Hermoso y sus compañeras de equipo dieron diferentes versiones durante su testimonio, señalando que la jugadora fue afectada negativamente por el beso y presionada para restarle importancia al asunto.
El martes, un experto en lectura de labios testificó y aseguró que Rubiales le preguntó a Hermoso: “¿Te puedo dar un besito?”.
Se presentaron videos de Hermoso celebrando y luego hablando sobre el beso.
“El beso, ni yo me lo esperaba. A mí no me importa, yo soy campeona del mundo y eso es lo que me voy a llevar de esta noche”, declaró Hermoso en audios reproducidos en la corte, de una entrevista que dio poco después de la final.
A preguntas de la Fiscalía, Rubiales restó importancia al beso, argumentando que incluso en fechas especiales, como las celebraciones de fin de año, también besa a sus dos hijas en la boca. “Si ve algunas celebraciones, no se puede comparar lo que se logra en un Mundial con una UEFA National League, pero yo besaba a un montón de futbolistas”, dijo.
También se mostró un video de Rubiales diciendo al equipo que estaba “triste” por las repercusiones del beso. Se disculpó y aseguró que se “sentía mal” porque empañó las celebraciones. En el video, Hermoso se veía riendo con normalidad después de sus palabras.
La defensa de Rubiales también intentó desacreditar el testimonio del hermano de Hermoso, quien había dicho que el entrenador de la selección femenina, Jorge Vilda, presionó a su hermana para grabar un video con Rubiales y restarle importancia a la situación.
Se presentó una entrevista con el propio hermano de Hermoso, en la que él minimizaba el beso. Había comentado que, en ese momento, lo hizo para asegurar que la atención se centrara en las celebraciones.
Se esperaba que el miércoles testificaran los otros tres acusados: Vilda, el exdirector deportivo del equipo nacional masculino, Albert Luque, y el exjefe de marketing, Rubén Rivera. Todos están acusados de coacción.