Juan Sebastián Verón encendió la polémica en el fútbol argentino. El presidente de Estudiantes de La Plata lanzó un fuerte mensaje en redes sociales, apuntando —sin nombrarlos directamente— contra el presidente de River, Jorge Brito, y contra Marcelo Gallardo, por la inminente llegada de Maximiliano Salas al Millonario. River ejecutará la cláusula de rescisión del delantero de Racing, lo que rompe el “pacto” tácito entre los clubes de no llevarse futbolistas mediante esa vía.
“Al final, los reyes de los buenos modales y los que dan clases de moralismo la hacen peor: se hacen los ofendidos y te la ponen jajajaja. Viva la ‘otra cultura’“, escribió Verón en una historia de Instagram, dejando en claro su enojo.
La frase sobre la “otra cultura” no fue casual. La Brujita hizo alusión a unas declaraciones recientes de Gallardo, su excompañero en la Selección, quien en una nota con ESPN se refirió al planteo de Estudiantes en la final del Mundial de Clubes 2009 frente al Barcelona. “Otra cultura, eh. Otra historia. Eso también hay que entenderlo así”, había dicho el Muñeco, al remarcar que hay que salir a disputar esos partidos, incluso siendo inferiores en jerarquía.
El malestar de Verón no solo pasa por el posible desembarco de Salas. La tensión entre Estudiantes y River viene desde hace tiempo, más precisamente desde que el Pincha logró meterse en la negociación por Sebastián Driussi, a quien el Millonario buscaba repatriar desde Austin FC, de la MLS. En aquel entonces, Brito había declarado: “Cada uno está en su derecho de hacer lo que quiera con su plata o con la que le prestan”, en alusión al vínculo de Estudiantes con el grupo empresario Foster Gillet.
Verón no se quedó callado y le devolvió el golpe en una entrevista con TyC Sports: “Brito dijo que nos prestan plata. Un préstamo no tiene que molestarle, si él maneja un banco, prestó plata toda la vida”. Y agregó: “No tuvimos nada con Driussi, hicimos una averiguación. Es una cuestión de inseguridad porque ven un competidor”.
Más allá de los cruces, el pase de Salas parece encaminado y todo indica que la polémica entre dirigentes sumará un nuevo capítulo.
