Horas antes de que el plantel de Boca regresara a los entrenamientos en Ezeiza tras la eliminación temprana en el Mundial de Clubes, dos jugadores se presentaron temprano en el predio, pero en soledad: Cristian Lema y Esteban Rolón se entrenaron a contraturno en la cancha auxiliar, mientras definen su futuro lejos de La Ribera.
Ambos futbolistas quedaron al margen de la delegación que viajó a Estados Unidos para disputar la fase de grupos ante Benfica, Bayern Múnich y Auckland. Y Miguel Ángel Russo ya les comunicó que no los tendrá en cuenta para lo que resta del año.
Qué pasa con Cristian Lema y Esteban Rolón
Desde el club les informaron que no habrá trabas si deciden buscar nuevos destinos en este mercado de pases. Sin embargo, hasta el momento no llegó ninguna oferta formal, más allá de algunas consultas por sus situaciones contractuales.
Como tienen vínculo vigente con Boca hasta diciembre de 2025, tanto el defensor como el mediocampista seguirán entrenándose en el predio de Ezeiza, aunque apartados del plantel profesional.
Lema no juega desde octubre del año pasado, cuando sufrió una lesión ligamentaria en el tobillo izquierdo en un partido ante Riestra. Aunque estuvo varias veces cerca de volver con Fernando Gago —fue suplente en ocho encuentros—, nunca pudo tener rodaje, entre recaídas físicas y decisiones del cuerpo técnico.
En el caso de Rolón, regresó a inicios de este año tras un préstamo en Belgrano, pero no sumó minutos con ninguno de los entrenadores que pasaron por el banco. Su pase a Sport Recife, que parecía encaminado, finalmente se cayó, y desde entonces no volvió a ser tenido en cuenta.
Lo llamativo es que son los únicos dos jugadores de la “lista de prescindibles” que fueron marginados por completo del plantel. El resto, pese a estar en evaluación, participó del ensayo vespertino: Marcos Rojo, Sergio Romero, Frank Fabra, Luis Advíncula, Javier García, Ignacio Miramón, Marcelo Saracchi, Exequiel Zeballos, Lucas Janson y Agustín Martegani.
Mientras esperan ofertas, Lema y Rolón siguen entrenando con la ropa de Boca, pero con la mira puesta en otro destino. La puerta de salida está abierta.