En Alta Córdoba la calma dura poco. Mientras el plantel de Instituto disfruta sus últimos días de descanso antes del arranque de la pretemporada, el 15 de diciembre, en los pasillos de la sede ya se mueve el tablero económico. Armar un plantel competitivo para 2026 no es solo cuestión de aciertos deportivos: también hace falta oxígeno financiero. Y por eso, lo que pasó anoche en Estados Unidos generó más de una sonrisa por barrio.
Tadeo Allende, el delantero nacido en Mina Clavero, se convirtió en la gran figura de la MLS tras meter un hat-trick para el Inter Miami y meter a Las Garzas en la final de la liga. Sí, tres goles en una semifinal (final de Conferencia) y con Messi como testigo. Si eso no sube el precio, ¿qué lo hace?
Para Instituto, el nombre de Allende no es ajeno. La Gloria supo comunicar tiempo atrás los detalles de la venta que involucró al atacante: Godoy Cruz transfirió al Celta de Vigo el 80% de la ficha, pero Instituto mantiene participación en el 20% restante que quedó en manos del Tomba. En resumen: albirrojos dueños del 10% de una carrera que acaba de explotar en Miami y que promete seguir subiendo.
En España, el cordobés no tuvo muchos minutos. Pero en la MLS encontró su lugar en el mundo: clima tropical, un equipo armado para atacar y una vidriera mundial gracias al 10 más famoso de todos. Allende lleva 19 goles en el torneo, se volvió determinante en la estructura del equipo y empieza a llamar la atención de clubes con billeteras de otro planeta.
El 5-1 ante New York City fue una postal perfecta del momento que atraviesa: tres gritos de Allende, más los aportes de Mateo Silvetti y Telasco Segovia, para que Miami levante vuelo rumbo a la definición. Cada gol del ex Instituto no solo vale en la tabla: también hace ruido en la tesorería de Alta Córdoba, donde siguen de cerca cada movimiento.
La dirigencia albirroja lo sabe. Quizá no sea mañana, quizá no sea en este mercado, pero una venta grande de Allende puede significar ingresos importantes, incluso con ese 10% que parece poco pero puede transformarse en una ayuda. En un fútbol argentino donde cada dólar cuenta doble, tener una ficha guardada de un jugador que brilla al lado de Messi es una carta a la que nadie quiere renunciar.
Por lo pronto, Instituto proyecta su pretemporada. Pero en silencio, mientras empiezan a tomar forma los refuerzos y las bajas, miran de reojo hacia Miami.
