El clásico Belgrano-Talleres, en el Gigante, tuvo una situación antes del inicio, cuando algunos hinchas del Pirata arrojaron muñecos de gallinas al campo de juego.
El árbitro Zunino lo advirtió y agarró una, la llevó al costado de la cancha y fue claro con la seguridad del partido: “Una más y se suspende”.
Luego, los alcanzapelotas retiraron otros que estaba esparcidos por el césped y se los entregaron a la policía. El encuentro arrancó con normalidad y sin problemas a pesar de ese acontecimiento.