Luis Adolfo Galván es historia viva de Talleres (y del seleccionado argentino de fútbol también). Es un cordobés que no es cordobés: nació el 24 de febrero de 1948 en Santiago del Estero, pero su vida está acá, en Córdoba, donde construyó una carrera fantástica en la “T”.
- Es el jugador que más veces vistió la camiseta del Albiazul (503 partidos).
- Fue campeón del mundo y una de las grandes figura del plantel argentino en el Mundial 1978.
- Fue uno de los defensores más talentosos de la historia del fútbol argentino.
- Actualmente es el director de director de las escuelas de fútbol de Talleres y trabaja en el Centro de Alto Rendimiento Amadeo Nuccetelli.
Más del perfil de Luis Adolfo Galván
Galván fue un defensor de galera y bastón, un tiempista sensacional y una marcador excelente. Salía jugando desde el fondo con una pulcritud increíble y tenía una precisión sensacional. Pese a 1,75 saltaba más que cualquiera. En Talleres fue subcampeón del Nacional 1977, multiple campeón de liga cordobesa, figura destacada en los torneos metropolitanos y llegó a ser el de más presencias.
En la selección, fue campeón del mundo en 1978 y ganador del trofeo Fair Play. En la final ante Holanda se metió a sus delanteros en el bolsillo (recibió un 10) y nunca dejó de salir jugando. Luego fue mundialista en 1982.
“Jugué más de 500 partidos en Talleres, 12 años seguidos y con dos interrupciones. Soy un agradecido del fútbol. Jugué campeonatos locales, con parte de los mejores de nuestro fútbol. Talleres lo era. Eso me permitió jugar en la selección de Menotti, la que nos dio uno de los dos títulos mundiales”, comentó a Mundo D.