Instituto volvió de Mendoza con sensaciones encontradas. El 1-1 frente a Godoy Cruz parece poco, sobre todo porque el equipo iba ganando y no supo liquidarlo. Pero al mismo tiempo vale, porque cada punto suma en la pelea por quedarse en la categoría (entre otras cuestiones) y porque la Gloria mostró, una vez más, que no se achica jugando fuera de casa.
Y en medio de esas sensaciones cruzadas, hay una certeza que los hinchas se traen como bandera: Alex Luna está llamado a ser el distinto de este Instituto.
El pibe de 21 años, con su gol y con su juego, volvió a confirmar que es mucho más que una promesa. Sobre el cierre del primer tiempo, apareció para empujar la ilusión con el tanto que abrió el marcador.
Y después fue ese faro al que sus compañeros buscaron cada vez que hubo que generar peligro. El Tomba lo intentó frenar con patadas, agarrones y hasta con dobles marcas. Pero ni así pudieron borrarlo. No es casualidad: es el futbolista que más infracciones recibió en todo el Clausura.
El empate, claro, dejó bronca en el vestuario albirrojo. Porque Instituto había hecho los méritos para llevarse algo más. Había logrado imponerse en varios pasajes del partido y hasta contó con situaciones claras para ampliar la ventaja. No lo hizo y terminó pagándolo.
Lo positivo para el equipo de Daniel Oldrá es que el rendimiento en condición de visitante viene siendo digno: la Gloria compite, siempre. Y en ese competir aparece Luna como estandarte. No solo es el máximo asistidor del plantel en la temporada (tres en total), sino que también lidera una estadística que habla de su atrevimiento: 35% de regates completados, el mejor porcentaje de todo el fútbol argentino. A eso se suma un puntaje promedio de 7.0 en Sofascore (segundo de la Liga Profesional) y un registro de 17,5 pases precisos por encuentro (quinto en el campeonato).
Números que respaldan lo que ya percibe el hincha desde la tribuna: cada vez que Luna toca la pelota, algo puede pasar.
Pero detrás de este presente, también hay un futuro que se empieza a discutir. El ex Independiente y Atlético Rafaela está a préstamo hasta diciembre de 2025. La opción de compra es de 1,2 millones de dólares por el 50% del pase.
En Instituto ya avisaron que harán todo lo posible por quedárselo. Hubo incluso un intento de adelantar la operación con una cifra menor, pero los rafaelinos no aceptaron. Si no aparece otro acuerdo, la Gloria deberá desembolsar lo pactado antes de fin de año para retenerlo. Pero está claro que tarde o temprano Luna será glorioso.
El propio futbolista, en diálogo con el podcast Mundo Gloria, confesó cómo fue su llegada a Alta Córdoba: “‘Fede’ Bessone me convenció para venir. Desde el primer día me decía que iba a ser importante, que la gente me iba a querer mucho. Todo lo que me prometió, pasó. Yo acá me siento en casa. Venía de Buenos Aires, que es un loquero. Y acá encontré tranquilidad, respeto. Me siento como en Rafaela. Estamos muy cómodos con mi familia”.
Ese sentido de pertenencia se nota adentro de la cancha. Con apenas 27 partidos disputados, Luna ya participó directamente en 12 goles (entre tantos y asistencias). Y cada vez que pisa el Monumental de Alta Córdoba, el murmullo de expectativa se multiplica. Sabe el hincha que en él hay un jugador diferente, de esos que pueden torcer un partido en una jugada.
La próxima parada será este domingo a las 20.15, frente a Lanús en el Monumental. Otro duelo clave en esta carrera que mezcla permanencia y ambiciones. Allí, otra vez, todos los ojos estarán puestos en Luna. Porque mientras el mercado ya empieza a mirarlo y los rumores de interés crecen, en Alta Córdoba prefieren disfrutarlo.
El empate en Mendoza dejó esa mezcla de alivio y fastidio. Pero también dejó en claro que si la Gloria respira con cierta tranquilidad, es porque tiene a un Luna que ilumina y hace soñar.
