Tras un par de semanas en las que hubo algunas charlas, poco convincentes para el jugador por lo propuesto, el delantero de Belgrano, Matías Suárez, no llegó a un acuerdo y no seguirá ligado al club de Alberdi en 2025.
Matías, quien jugó en el partido final de la temporada 2024 ante Rosario Central en Arroyito, porque los dirigentes tenían la intención de renovar su contrato por un año más, finalmente no logró llegar a una concordancia con quienes manejan la institución y dará un paso al costado.
El jugador, de 36 años y dilatada carrera, en la que se incluyen ocho años en Europa y tres en River, podría tomar la drástica determinación de abandonar la actividad profesional porque las ofertas contractuales que ahora tiene para seguir jugando no son lo suficientemente atractivas para que la familia abandone Córdoba nuevamente.
Suárez manejó una opción de la Universidad de Chile, pero su familia le habría pedido no dejar “la Docta”, por lo que las chances de mudarse al país trasandino se van diluyendo con el correr de los días y todos los caminos le apuntan al final de su carrera como futbolista profesional.
Un jugador distinto
Surgido en las formativas de Unión San Vicente, Suárez llegó a Belgrano para ser uno de los jugadores de mejor calidad técnica que el equipo de Alberdi ha tenido en las últimas décadas.
Se sumó al Celeste y completó su preparación para debutar con la casaca Pirata el 29 de octubre de 2006 ante Arsenal en el viejo Estadio Córdoba (hoy Mario Kempes), al ingresar en el segundo tiempo por Andrés Soriano en el torneo Apertura de Primera División. El técnico del Celeste era Mario Griguol.
El 29 de junio de 2008, menos de dos años después de debutar en el equipo mayor de la “B”, fue transferido por Córdoba Celeste (gerenciadora del club por aquellos años) al Anderlecht de Bélgica, dejándole al club cordobés 1.2 millón de dólares.
Una vez instalado en Europa, su juego fue cada vez más llamativo, consiguió quedarse en dos ocasiones con “la bota de oro de la Liga de Bélgica” y su mejor temporada fue la 2011/2012, en la que fue elegido como el mejor jugador de la temporada por el voto de los demás futbolistas.
Tras ocho años en Europa, regresó al Pirata para sumarse en 2016 al equipo de Alberdi que conducía técnicamente Esteban González y disputó el histórico juego de los octavos de final de la Copa Sudamericana ante Coritiba en Brasil, cuando el Pirata llevó más de cuatro mil simpatizantes y se impuso 2 a 1.
En 2019, la relación con la gente sufrió un duro golpe, cuando en enero (y a días del inicio del campeonato) decidió marcharse a River, tras ser tentado por Marcelo Gallardo para ser parte del proyecto Millonario. Las arcas del club se beneficiaron con tres millones de dólares.
En enero de 2024 se dio inicio a su tercera fase en el Celeste, pero el año pasado jugó poco, aportó algunos goles y fue tentado a quedarse, pero no hubo acuerdo y el final de su carrera está cada vez más cerca.
