Hernán Medina está de regreso en Racing de Nueva Italia. Luego de su experiencia internacional en el fútbol hondureño, el DT volvió al club con el que logró el histórico ascenso al Federal A en 2021. Y volvió con el objetivo bien claro: pelear por un nuevo salto, ahora en la Primera Nacional.
“La Tota” no perdió tiempo. En su primer partido tras el regreso, el equipo venció 1-0 a Alvarado en Mar del Plata. Luego, el último fin de semana, empató 0 a 0 ante All Boys en el Miguel Sancho. Suma, construye y empieza a dejar su sello. Pero más allá de los números, su retorno significa mucho para el hincha académico. Porque Medina es más que un entrenador: es parte de la historia reciente del club.
“Volví a un club en el que logré cosas, en el que siempre me trataron bien. Lo menos que puedo hacer es ponerle ganas para que todo salga bien”, aseguró el entrenador en su paso por Mundo Academia, el podcast de La Voz.
Sus palabras sonaron sinceras. Habló con la misma claridad que transmite en la cancha. “El presidente Manuel (Pérez) sabía que cuando el club me necesitara iba a estar. Él te convence rápido. Yo sentía las ganas de estar acá en Córdoba, quería quedarme”, contó Medina, quien llegó acompañado por Darío Bringas como ayudante de campo y Diego Kofler como preparador físico.
Conocedor de cada rincón de Nueva Italia, Medina dirigió 44 partidos en su primer ciclo, con una efectividad altísima: ganó 29, empató 11 y solo perdió cuatro. Su equipo marcó 74 goles y recibió apenas 23. Un sello que ilusionó al pueblo académico en su momento y que ahora busca recuperar.
En la charla también se refirió al presente de la Primera Nacional: “Esta categoría es incómoda para algunos equipos, pero es muy linda, es desafiante partido a partido. Está muy parejo todo. Ya no están los dos cucos de la categoría y eso hace que todos pugnemos por la posibilidad de llegar un poquito más arriba”.
Y fue más allá: “Esperamos poder seguir mejorando con la idea de meternos en el pelotón de los clasificados, queremos aspirar a un poco más”.
En cuanto al futuro de Julián Vignolo, el delantero que podría emigrar, Medina fue cauto y humano: “Esto es día a día. Ojalá que sea lo mejor para el jugador y para el club. Uno lo quiere tener de la mejor manera, pero no deja de ser un adolescente. Por su cabeza deben pasar un montón de pensamientos. Tenemos que tratar de que tenga la mayor tranquilidad posible”.
Sobre el objetivo final, no se anda con vueltas, pero tampoco se sube al caballo: “Yo no puedo decir que vamos a estar preparados para ascender en cinco años. Necesito ilusionarme con poder mejorar día a día, con la idea de poder pelear el ascenso este año. Si nos toca subir ahora, en buena hora. Y tendremos que salir a resolver otro tipo de problemas”.
Racing sueña. Con un DT que conoce la casa, que ya hizo historia, y que quiere más. En Nueva Italia, la ilusión vuelve a latir fuerte. Porque volvió La Tota, y con él, la esperanza de seguir creciendo.